sábado, 24 de mayo de 2014

Votos y botas

Good morning, Spain (que es different)
Este “finde” estamos convocados a dos grandes eventos, la final de la “champions” y las elecciones al parlamento europeo, que, en cierta medida son semejantes por el papel que nos confieren. En ambos casos se nos reserva el papel de espectadores y lo que ocurra después no depende de nosotros.
Nos podemos vestir como queramos, con la gorra, la banderola y la bufanda de nuestro equipo preferido o con la camiseta del partido político predilecto, pero lo que ocurra no dependerá de nuestra intención.
La Copa de Europa depende de lo que hagan sobre el césped los jugadores elegidos por el entrenador, pero no de nuestro entusiasmo, y la suerte de la Unión Europea depende de lo que hagan en pasillos y despachos los sujetos elegidos por la troika (la Comisión, el BCE y el FMI), no de los diputados que figuran en las listas, porque los que verdaderamente “juegan y marcan” no salen al campo, sino que juegan en el vestuario o quizá más lejos.
En un caso, con nuestra afición alimentamos un negocio, deportivo pero negocio, y en otro, alimentamos una ficción y otros negocios aún mayores. Así, estamos entretenidos con el espectáculo del futbol y con una ficción política mientras el continente se va por el desagüe con la complacencia de sus presuntos dirigentes.
Aún así iré a votar, pero no iré engañado. Soy consciente de que mi voto vale bien poco, pero el de quienes voten a los dos grandes partidos no valdrá mucho más, porque, aparte de sus afinidades, la política para los próximos años ya está decidida -más austeridad- por quienes no se presentan a las elecciones pero disponen del verdadero poder sobre Europa.

1 comentario:

  1. Probando, probando. Fútbol escandaloso, aficiones y pagadores escandaloso, sus pagos y gritos permiten y justifican las tropelías de casi todos los clubes españoles, a los que pagamos sus deudas con nuestros impuestos, y los negocios de escándalo, mafiosos o casi, de sus presidentes que cual trileros, mueven una mano enseñando fichajes estrellas que cobrarán en un año el sueldo de 500 médicos mientras por la otra consiguen negocios descomunales que les dejan millones en los bolsillos. Aplausos y gritos.

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