Conocidos los brutales atentados en
los trenes, la campaña electoral se suspende, se producen las primeras
declaraciones y se apuntan explicaciones iniciales sobre unos hechos terribles,
cuya autoría, al principio, y quizá por seguir una dramática costumbre, se
atribuye a ETA.
Aznar convoca parcialmente al
Gobierno, pero no al Gabinete de crisis (que se reúne por vez primera el 17 de
marzo). A la reunión, de la que no existe acta,
acuden los vicepresidentes Rato y Arenas, el ministro del Interior,
Acebes, el ministro portavoz Zaplana, el secretario General de Presidencia Zarzalejos
y el secretario de Estado de Comunicación, Timmermans. Ni la ministra de
Asuntos Exteriores, Palacio, ni los responsables de Defensa, Trillo, y de Hacienda,
Montoro, están presentes; tampoco el jefe del servicio de inteligencia (CNI),
Jorge Dezcallar. Su ausencia, la de los responsables de Exteriores y Defensa, y
la presencia de dos altos cargos relacionados con la información (Zaplana y
Timmermans) traslucen la forma de abordar la crisis.
Aznar tampoco reúne el Pacto
Antiterrorista ni a dirigentes de otros partidos, a los que invita a acudir a la
manifestación del día siguiente. Piensa afrontar la crisis en solitario y
obtener los posibles réditos, también en solitario. Para ello, despliega una
intensa actividad en el campo de la información. Aznar
en persona telefonea a los directores de varios periódicos de Madrid y
Barcelona (volverá a hacerlo por la tarde) indicándoles que el Gobierno no duda
de la autoría de ETA. Desde La Moncloa se transmite el mismo mensaje a los
corresponsales de la prensa extranjera.
A las 13,30, Acebes anuncia la cifra
de muertos -173 y 600 heridos- y afirma su creencia de que ETA es la autora del
atentado, calificando de intolerable cualquier intoxicación por parte de
miserables que apunte hacia otros autores. Zapatero, que acepta la versión
del Gobierno -Estamos ante el atentado más horrendo de ETA- y llama a la
unidad democrática frente al terrorismo.
A las 14,30 interviene Aznar: califica
a los autores de asesinos fanáticos. Habla de la banda terrorista pero no cita
a ETA: Les derrotaremos (…) Lograremos
acabar con la banda terrorista con la fuerza del estado de derecho y la unidad
de todos los españoles. Anuncia tres días de luto oficial e invita a los
ciudadanos a acudir a la manifestación convocada con el lema: Con las
víctimas del terrorismo, con la Constitución, por la derrota del terrorismo.
La alusión a la Constitución, convertida en patrimonio del PP, refuerza la idea
de responder a aquellos que no la aceptan: ETA.
Esa idea sobre los autores se lleva
al Consejo de Seguridad de la ONU, donde, en ausencia de Inocencio Arias, la
representante española, Ana Menéndez, presenta una resolución urgente
condenando a ETA por los atentados de Madrid, que a pesar de las dudas de los
presentes se aprueba.
Esa tarde, el Gobierno envía un
mensaje a todas las embajadas españolas señalando a ETA como autora de los
atentados y advirtiendo de la intención de otras fuerzas políticas de desviar
las sospechas hacia otros grupos terroristas. A las 20,15, poco después de que
la policía haya difundido las fotografías de nueve miembros de ETA
presuntamente relacionados con el atentado, Acebes anuncia el hallazgo de la
furgoneta y la apertura de una segunda línea de investigación, pero recalca que
la línea esencial sigue siendo ETA. Opinión que Aznar confirma en otra ronda de
llamadas a los directores de varios diarios. A las 20,30, el Rey, por la
televisión, condena el atentado, pero no menciona a ETA, y exhorta a la unidad.
A las 21,30, la agencia Reuters
comunica que el londinense Al-Quds Al-Arabi, un diario propalestino, ha
recibido una nota en la que un grupo cercano a Al Qaeda se hace responsable de
los atentados de Madrid.
Esa misma noche, la desactivación
de la bomba hallada en una mochila en el apeadero de El Pozo permite obtener
nuevos datos, que dirigen definitivamente la investigación policial hacia
grupos islamistas.
No obstante, al día siguiente, a
las 11,30, en una rueda de prensa previa a la reunión del Consejo de Ministros,
Aznar insiste en que el Gobierno ha dado toda la información de que dispone y
que mantendrá siempre su compromiso de transparencia, y en mantener la
autoría de ETA pero sin citarla -La
banda terrorista tan bien conocida en nuestro país-. En la rueda de prensa
posterior al Consejo, insiste en que el Ejecutivo ha dado toda la información. No
hay ningún aspecto que no se haya puesto en conocimiento de la opinión pública.
Con los indicios aparecidos y la
información llegada del extranjero las dudas sobre la autoría del ETA se
extienden. En los mismos periódicos las opiniones se dividen. En el extranjero
se atribuye el atentado a fanáticos islamistas y el diario gallego La voz de
Galicia atribuye a Al Qaeda la autoría del atentado.
Por la tarde, en Euskal
Televista, un portavoz de ETA afirma que la banda no es responsable de los
atentados de Madrid, pero el ministro del Interior quita crédito al aviso, tampoco Urdaci, jefe de
informativos de TVE, y tampoco Rajoy, que en varias declaraciones sigue
defendiendo la hipótesis del Gobierno.
A las 18,30, Acebes informa del
hallazgo de una bolsa conteniendo explosivo (goma 2), pero, como luego se sabe,
el mecanismo para hacerla estallar es el mismo que los utilizados en los
atentados de Bali y de Casablanca. En ese momento, en medios policiales se
disipan las dudas acerca de los autores de los atentados, pero de eso no se
informa a la opinión pública.
Esa tarde, multitudinarias
manifestaciones se producen en todo el país. En la que, pese a la intensa lluvia,
tiene lugar en Madrid, grupos de manifestantes gritan ¿Quién ha sido?
ante la presencia de Aznar, creando una situación de gran tensión y perplejidad
en la cabecera del cortejo, en la que junto al Gobierno aparecen, por vez
primera, el príncipe y las infantas, así como representantes de los principales
partidos y sindicatos, ex presidentes del gobierno, altos cargos de la Unión
Europea y primeros ministros de varios gabinetes extranjeros.
Después de las multitudinarias manifestaciones,
los seguidores de Telemadrid, la cadena autonómica madrileña controlada por el
gobierno de Esperanza Aguirre, ven alterada la programación nocturna. Sin
previo aviso, se reemplaza la película norteamericana Vidas paralelas
por la de Asesinato en febrero, que reconstruye el asesinato del
diputado socialista Fernando Buesa y de su escolta, Jorge Díaz, a manos de ETA,
en febrero del 2000.
El sábado día 14, jornada de
reflexión, lo que no obsta para que el diario El Mundo publique una
entrevista a Mariano Rajoy, Zaplana comparece en La Moncloa indicando que el
Gobierno está informando con total transparencia y vuelve a reafirmar la
autoría de ETA, trasladando la carga de la prueba a quienes opinan lo
contrario: Algunos parece que quieren descartar que pueda ser la banda criminal
y asesina ETA, cuando todo apunta, salvo que se demuestre lo contrario, y hay
líneas de investigación en marcha de las que se ha dado cuenta, que, desde
luego, no nos debería causar ninguna sorpresa que fueran los criminales y
asesinos de la banda terrorista ETA. Poco después, Acebes informa en
parecidos términos -la prioridad es la banda que lleva 30 años y 900 muertos
en España-, pero añade que puede existir colaboración entre grupos
terroristas.
A primera hora de la tarde del
sábado, la policía detiene a tres marroquíes y a dos indios en un locutorio
telefónico de Madrid. La noticia no se difunde en espera de la confirmación
oficial, pero se extiende como un rumor a través de los teléfonos móviles. Pero
lo que difunde EFE, la agencia estatal de noticias, en un intento de su
director, Miguel Platón, de ayudar al PP, es un teletipo en el que indica que
la pista islámica queda descartada y que todos los indicios apuntan a ETA.
Desde primera hora de esa tarde,
miles de mensajes -Hoy, a las 18, en la sede del PP. Por la verdad. Pásalo- se difunden a través de los teléfonos móviles convocando
concentraciones ante sedes del Partido Popular, en las principales ciudades
españolas. Miles de personas acuden pidiendo la verdad: ¡Queremos la
verdad antes de votar! En Madrid, se corta el tráfico de la calle Génova, ocupada
por manifestantes que, ante la sede el PP, gritan: ¡Mañana se va a notar a
la hora de votar! En Barcelona se monta una cacerolada en la Vía Layetana,
exigiendo la verdad.
Pronto se producen concentraciones similares en otras
ciudades.
A las 19,30, en Telemadrid, se
recibe un aviso indicando que en una papelera próxima a la mezquita de la M-30
está depositada una cinta de vídeo, que la policía recoge y analiza: como se
sabrá luego, un portavoz de Al Qaeda confirma la autoría de los atentados. Poco
después, algunas emisoras filtran la noticia de las cinco detenciones.
Acebes, en la comparecencia
realizada media hora después, confirma las cinco detenciones de Lavapiés, pero
señala que es prematuro vincular los atentados con el perpetrado contra la Casa
de España en Casablanca, en mayo de 2003. No descarta a ETA.
A las 20,30, Rajoy, en televisión,
se presenta como candidato a la presidencia del Gobierno y califica de ilegales
e ilegítimas las concentraciones frente a las sedes del Partido Popular. Indica
que han sido denunciadas a la Junta Electoral Central y acusa a otros partidos
de haberlas convocado. La aparición de Rajoy amplifica la convocatoria. Miles
de personas se agrupan ante sedes del PP hasta bien entrada la noche. Luego se
producen manifestaciones espontáneas dentro de un clima pacífico, muy alejado
de lo que Ana Botella, en su libro de recuerdos sobre sus ocho años en La
Moncloa, llama la “furia organizada”.
A las 21 h, Rubalcaba aparece en
televisión, celebra las detenciones de los
islamistas y lamenta la opacidad del Gobierno -Los españoles merecen
un Gobierno que les diga siempre la verdad-, rechaza que el PSOE haya
convocado las concentraciones ante las sedes del PP. Esta intervención provoca
una declaración institucional del portavoz del Gobierno. Zaplana asegura que el
Gobierno está actuando con total transparencia.
Durante toda la tarde ha habido
fuertes tensiones en los estudios centrales de TVE por el control ejercido por
Alfredo Urdaci sobre la edición del programa Informe semanal dedicado a
los atentados, que debe emitirse esa noche por la primera cadena. Algunos
redactores son partidarios de ofrecer como noticia las concentraciones ante las
sedes del Partido Popular, pero Urdaci decide actuar más como comisario
político del Gobierno que como jefe de informativos y veta la propuesta. CNN+
decide que, por ser insólitas esas concentraciones en una jornada de reflexión,
sí son noticia y las difunde.
A las 23 h, la programación de TVE-1
queda alterada por sorpresa. En lugar de la película anunciada -Shakespeare
in love-, se exhibe la película Asesinato en febrero,
cedida antes a Telemadrid, con el fin de que los espectadores concluyan la
jornada de reflexión con la idea de que ha sido ETA la autora de los atentados
del día once.
Pasada la media noche, el
ministro del Interior anuncia que la cinta de vídeo hallada en una papelera
junto a la mezquita de la M-30, es una grabación de Al Qaeda reclamando la
autoría de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Pero a esa hora mucha gente
ya se ha ido a dormir.
Al día siguiente, las urnas
indicarán cual ha sido el efecto de la campaña de intoxicación del Gobierno.
Trasversales, 11 de marzo de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario