miércoles, 28 de mayo de 2014

Terremoto político



Good morning, Spain (que es different)
Causa perplejidad el alboroto que la elección de cinco diputados de <Podemos> ha generado en la derecha política y mediática española. A su dirigente Pablo Iglesias le han comparado con Hitler y con Stalin, con Chávez y con Le Pen y le han colgado intenciones propias de un dictador.
Se debería esperar que una derecha que alardea de liberal y democrática se sintiera más alarmada por el auge de la ultraderecha en Europa, cuyo respaldo electoral ha sido mucho más numeroso que el de Podemos, pero parece que el espectacular crecimiento de los partidos ultranacionalistas y xenófobos no les inquieta tanto como la minúscula representación de cinco nuevos diputados izquierdistas sobre los 213 del grupo Popular Europeo, los 751 diputados que tiene la cámara europea y sobre los 54 que corresponden a la cuota española.
Pero no andan descaminados los voceros de la derechona, pues el programa de <Podemos> representa un ataque en toda regla a los valores, los medios y los fines de la derecha. 
Su instinto de casta les avisa del peligro que supone para sus valores y actitudes la exigencia de más control sobre los representantes políticos para acabar con sus abusos y sus privilegios; sus posiciones de clase les advierten sobre la intención de limitar el poder del capital en empresas e instituciones, y sus resabios franquistas les previenen contra el emergente poder democrático que surge directamente de la indignación de la calle, al margen del actual sistema de partidos. Intolerable.

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