martes, 28 de marzo de 2017

¡A tope!

Good morning, Spain, que es different.

En los años de la dictadura franquista, cuando los tranvías circulaban por las ciudades, había un dicho popular que aludía a cuando iban llenos -“el tranvía va hasta los topes”-, porque la gente se subía dónde podía, incluso en los topes, sin respetar el cartel de “completo”. Ese dicho -"hasta los topes"-, apocopado en "a tope", ha quedado en nuestros días como expresión de exceso, de la máxima cabida, de llegar hasta el límite de lo posible.
La España de los tranvías, pocos y viejos, era entonces un país menesteroso y carente, casi tercermundista, gobernado con mano de hierro sin guante de terciopelo por los papás y los abuelitos de estos cachorros neoliberales que ahora nos (des)gobiernan, y que se permiten el lujo de impartir lecciones de una democracia y de una honradez de las que carecen a la hora de administrar bienes, que son, en teoría, de todos.
En estos años de desafuero y despilfarro de dinero público, muchas frases han ido acompañando o disimulando el expolio del Estado, la opacidad o la burla de los concursos públicos para adjudicar sustanciosos contratos convertidos en “contratos confidenciales”, fragmentar presupuestos para adjudicar a dedo, trocear aparentes dádivas al partido para “pitufear en Valencia, que no era para colorear de azul, sino para blanquear poco a poco dinero negro, o para encubrir el uso de tarjetas de crédito tan negras como el alma de los gerifaltes de Bankia, dirigida por un amigo del Liderísimo y por un ex vicepresidente del Gobierno. Al tengo “un juez amigo, más que amigo”, o aquella frase agradeciendo regalos a un “amiguito del alma”, o aquella otra “niego la veracidad de esos papeles" (¡que eran los de Bárcenas!) o el afamado "finiquito en diferido”, se une ahora el grito triunfante del expolio huertano -"¡Murcia a tope!"-, con que se celebra la adjudicación a dedo de contratos con espadachines a sueldo para blanquear las biografías de cargos políticos dedicados a la gestión opaca; es decir, para simular una honradez que no tienen.
Conciencia laxa, mirada torva y mano larga parecen rasgos adecuados para gobernar desde las filas de una derecha que no ha respetado límite alguno en su largo y desaforado mandato; ni límites políticos, pues sus cargos públicos gobiernan sin rendir cuentas, ni respetar los límites constitucionales y ahí están la ley mordaza y otras leyes, fuera de la ley según la Unión Europea, ni límites económicos, con un desmedido gasto en eventos, edificios, monumentos y obras inútiles, ni, desde luego, morales, en quienes alardean de “valores”, que deben ser valores mobiliarios (la campanita de Bankia).
El grito de guerra de esta derecha depredadora de bienes públicos es ¡a tope! Para llevar las cosas hasta el límite; ir a  tope en todo lo que se les antoje, y se les antoja mucho, hasta que alguien les pare -ellos son incapaces de hacerlo (Born to "trinking")-, porque la corrupción no es cosa del pasado, sino del presente y mucho me temo que del futuro. Pues además de los casos de corrupción municipal que casi a diario salen a la luz, ahí tenemos al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, pendiendo del hilo de una moción de censura por un caso de (presunta) corrupción, al Director General de Tráfico disfrutando de una vivienda de la Guardia Civil sin pertenecer a este cuerpo y a Rodolfo Antuña, gerente del hospital de la Princesa de Madrid -otro cargo a dedo, sin que se conozcan sus méritos, aunque se sospechen- y antes del Hospital del Tajo, que, junto con su mujer y su cuñado, es socio de una empresa del ramo de salud, que tiene la sede social en su propio domicilio. Lo cual es incompatible con el empleo que ejerce.     
Episodios que se unen a la larga lista de cargos públicos implicados en casos de corrupción (presuntos y probados) del Partido Popular, que, como un viejo tranvía, va hasta los topes de tanto mangante.  
Spain es un país donde tanto disparate impune parece ficción. ¡A tope!

sábado, 25 de marzo de 2017

ETA. Antología de frases


ETA ha decidido entregar las armas. Ya era hora. Ahí va una breve antología de frases no célebres, que son un monumento a la ignorancia, a la mala memoria, a la prepotencia y a la mala fe.
  
No hemos quemado y destruido banderas rojo-amarillas por ser franquistas, sino por españolas, porque no podemos tolerar ese símbolo extranjero -lo español es extranjero en Euzkadi- en nuestra patria ocupada; más claro aún: la bandera rojo-amarillo-morada (no conocemos otras banderas españolas) es para nosotros tan símbolo extranjero como la rojo-amarilla... y la destruiremos (en Euzkadi, naturalmente, ¡allá los españoles con sus banderas en España!) si llega el caso. (Zutik, 1962).

Hace falta que el pueblo vasco se rinda a la evidencia, de una vez por todas, de que Euskadi, es decir, nosotros, nos hallamos en estado de guerra con el ocupante extranjero por obra y gracia de éste, no nuestra; estado de guerra que no cesará hasta que la última pulgada de nuestro territorio nacional se haya liberado (“Diálogo o violencia”, Zutik nº 17, 1963).

La historia nos ha enseñado a no fiarnos del español opresor, sea cual sea su sistema o color: Por ello, para nosotros, vascos, todo sistema español en Euzkadi es una opresión extranjera, sea este sistema monarquía, república, dictadura, democracia capitalista o república democrática (Zutik nº 18, 1963).

No somos ni españoles ni franceses, somos vascos. Hemos decidido hacernos con un autogobierno nacional, a través del cual la Etnia vasca disponga de sí misma, libremente y de una vez por todas, sin injerencias del extranjero; y se establezca una verdadera democracia política, económica y cultural. Nada ni nadie nos apartará de este camino (“Manifiesto al pueblo vasco”, enero, 1964).

Nosotros, en 1964, no pretendemos más que recoger la antorcha y continuar el camino. Suponemos que los héroes de 1936-37 no pidieron permiso a sus mayores para luchar, sufrir y morir. No pensamos hacer menos. Y que nadie se haga ilusiones: igual que entonces, hace falta ahora luchar, sufrir y morir. (“Carta a los vascos de buena fe”, Zutik nº 22, abril, 1964).

Del pueblo tiene que partir la acción que demuestre al opresor que su derecho de conquista no es aceptado (…) De ahí que el pueblo colonizado no tenga otro camino que los medios ilegales. Por eso, en la práctica es legal lo que tiene fuerza. No querer reconocer este axioma es vendarse los ojos voluntariamente.
El oprimido deberá forzar para que su Derecho sea reconocido. Habrá de crear y hacer reconocer su propia legalidad por la fuerza de las armas. A la legalidad hispana o gala anteponemos, nosotros, la vasca. Pero no con declaraciones platónicas (que, por otro lado, el Sr. Leizaola y compañía vienen haciendo  desde hace más de 25 años), sino con plastic y metralleta, precedidos y acompañados por toneladas de propaganda. (“La insurrección en Euskadi”, 1964).

La etnia vasca es una colectividad humana que ha desarrollado una serie de respuestas culturales específicas y diferenciadas en relación a las otras etnias. Como base de este sistema cultural está la lengua vasca, el euskera, útil de trabajo infraestructural de trascendental importancia. Cuando se desarrollan los factores objetivos de la etnia, ésta toma conciencia de sí misma y deviene en nación (Vª Asamblea, 1967).
Aunque no les guste, tendrán que ir a una negociación tarde o temprano y nosotros siempre hemos dicho que estamos dispuestos a sentarnos en una mesa y buscar una salida negociada en el sentido de la alternativa KAS.
(Txomin Iturbe Abasolo, Egin, noviembre, 1986).

Recae sobre los poderes reales del Estado la responsabilidad de todos los costes materiales y humanos generados por la dilatación en abrir un proceso negociador que desemboque en un alto el fuego, que ETA por su parte ha ofrecido unilateralmente, consecuencia de la culminación de estas negocia-ciones en base a la Alternativa KAS y del reconocimiento efectivo de nuestra soberanía nacional.
(Comunicado tras el atentado de Hipercor, Egin, julio de 1987).

En nuestro Pueblo no tiene cabida nadie que tenga por objetivo la desaparición de la lengua vasca. Los enemigos del euskera no tienen derecho a vivir en nuestro pueblo (Comunicado, 1998).

Nuestro pueblo se encuentra en situación de emergencia y existe la imperiosa necesidad de conseguir lo que se le debe y lo que es suyo (...) España y Francia vienen hacia nosotros con la absoluta determinación de aplastar definitivamente a nuestro pueblo (Comunicado, septiembre, 2002).

El pueblo más antiguo de Europa, Euskal Herria, está vivo, porque sus ciudadanos lo hemos mantenido vivo durante siglos a través de la lucha contra los opresores, para que un día, en paz y libertad, pueda elegir su lugar en el mundo (Comunicado rechazando el Plan Ibarretxe, diciembre, 2002).

Hoy día, transcurridos 25 años, la crisis en la que se encuentra inmerso el marco político de la reforma española es más clara y profunda que nunca. Y podemos afirmar que ha sido la lucha de estos dos pueblos por su liberación la que ha provocado esa crisis: Euskal Herria y Cataluña son las cuñas que están haciendo crujir el caduco entramado del marco institucional y político impuesto.
(Declaración de tregua en Cataluña, marzo, 2004).

Nuestra estrategia político-militar ha sido superada por la represión del enemigo contra nosotros (...) Esta lucha armada que desarrollamos hoy en día no sirve. Esto es morir a fuego lento (...) No se puede desarrollar la lucha armada cuando se es tan vulnerable a la represión. (Carta a ETA, desde la cárcel, de varios dirigentes (Pakito, Makario, Pedrito, Iñaki de Lemona), noviembre, 2004).

Todos los mandatarios españoles han quedado en el camino y la lucha del pueblo vasco siempre ha sido la piedra angular que ha contribuido a su propio fracaso y a mantener abierta permanentemente una profunda crisis política en el Estado español (…) Es evidente, también, que el proyecto español basado en la negación y el sometimiento de los pueblos ha fracasado.

(Comunicado, junio, 2006).

viernes, 24 de marzo de 2017

Si yo fuera Gaspar

No me he quedado satisfecho con lo que escribí ayer (sobre los jóvenes de IU). Me parece que fray Luis nos animaba a proponer temas, ideas, sugerencias de cara a la reunión del fin de semana, y por mi parte no fui muy explícito.
¿Qué le diría yo a Gaspar Ll. (si me atreviera)?, o ¿Qué haría yo si fuera Gaspar y me atreviera (y me dejaran)?
1. Pensar que esta crisis puede ser la última. Es más: debe ser la última, y por lo tanto el desenlace deber estar abierto a todo, incluso a la desaparición de IU. Que no sería nada deshonroso. Sí, una pequeña tragedia política a corto plazo, pero si le quitamos los aspectos emocionales (importantes), quedarse a la intemperie obligara a plantear el futuro de la izquierda de otra manera. No es la solución que más me gusta, pero no sé si tiene mucho sentido salir de la crisis con otro zurcido y con IU “más reforzada que nunca” (hasta el mes que viene), y en cuanto se convoquen elecciones volver a las luchas por figurar en las listas y volver a perder porcentaje electoral.
2. No sería conveniente tener prisa por cerrar la crisis. En IU tienen suerte de no gobernar (algunos pretenden no gobernar nunca; son gente genéticamente de “la oposición”) y eso permite tomarse cierto tiempo para discutir. La solución de la crisis no debe ser un suceso, sino un proceso. En esto hay que huir de las obligaciones mediáticas y de las puestas en escena espectaculares. La crisis se debe resolver discutiendo; discutiendo mucho, y eso lleva su tiempo.
3. Huiría, por lo tanto, de resolver la crisis barajando las mismas cartas y llegando a soluciones de compromiso con los mismos protagonistas de siempre. Esos malos arreglos entre familias, como no son programáticos o ideológicos sino oportunistas, duran poco; en cuanto cambia la coyuntura y hay que defender el sillón frente a otros, hay que volver a colocarse, incluso contra los “aliados” de ayer. Los últimos años de IU me recuerdan la larga estancia en el poder de la DC en Italia. Las crisis de gobierno eran continuas, pero los que gobernaban eran siempre los mismos.
4.  Por eso mismo hay que renovar los dirigentes. Hace falta, al menos, gente nueva; sería deseable que también aportara ideas nuevas, pero es más difícil, pero si aporta otro talante (estamos en tiempos en que el talante parece arreglarlo todo) podría crear un marco más adecuado para discutir.
5. Por lo mismo, hay que renovar las estructuras. Habría que abrir una etapa provisional y dotarse de una estructura que permitiera discutir sobre todo con profundidad (y con pasión, si es necesario), pero sin que de esas discusiones tuvieran que salir inmediatamente decisiones políticas ni traducirse en la creación de órganos jerárquicos. Es decir, que los resultados de la discusión no tuvieran que ver inmediatamente con cuotas de poder dentro de IU. Sé que no es fácil, porque hay cargos institucionales, estructuras que hay que mantener, etc, pero si, como hasta ahora, se siguen mezclando el poder y la discusión política el resultado sería seguramente poco novedoso. 
6. Como no se trata de hacer de esta crisis otra ración de lo mismo, sería conveniente que mucha gente, me refiero a los más mayores, que lleva muchos años en la dirección y en cargos públicos “sacrificándose” por la causa, cesara de “sacrificarse” y dejara sitio al “sacrificio” de otros, a ser posible más jóvenes y menos mediatizados por, al menos, un cuarto de siglo de luchas intestinas.
7. Si IU está tocando fondo sería necesario ir hasta el fondo, hasta la raíz de los problemas; aunque ser radical con las propias ideas no es tarea fácil cuando se trata de revisarlas y, en muchos casos, de desecharlas.
En este aspecto habría que huir de adoptar fórmulas rápidas pero vacías, como Izquierda Verde o cosas así, porque las cosas no se transforman cambiando el nombre (más cuando hay gente que no quiere lo verde ni en pintura). Por eso sería muy conveniente ir a las definiciones esenciales, por ejemplo ¿qué es lo rojo? ¿Cuál es el perfil que define lo rojo hoy? Y quienes en IU defienden el socialismo tendrían que explicar cómo lo entienden, porque yo creo que ahí está el quid de la cuestión. ¿Es posible seguir defendiendo el socialismo, sin muchos matices, después de la experiencia de la URSS? ¿Nos sirve el modelo de socialismo chino, en el hipotético caso de que lo sea? ¿Es válido el modelo de Euskal Herría socialista que propone allí la “izquierda” abertzale? ¿Es el socialismo sólo un método adecuado para industrializar rápidamente países atrasados o es algo más? ¿Ha respondido a lo que se esperaba de él?
Desde el punto de vista de un nuevo humanismo, lo que hemos conocido de los regímenes socialistas realmente existentes, no sólo en grandes potencias como la URSS o China, sino de países europeos más pequeños como Rumanía, Bulgaria, Hungría, Polonia, Albania, etc, es espantoso como modelo económico y como régimen político.
El que, tras el estallido de 1989, hayan salido del Comité Central del PCUS individuos de todos los pelajes y colores (desde socialistas y viejos comunistas, estalinistas convencidos, a fascistas, liberales, nacionalistas o directamente mafiosos), además de la falacia de la unidad política del partido único, pone sobre el tapete el fracaso en la construcción del hombre nuevo. ¿Hombres nuevos esos tipos, que representan los rasgos más viejos y más feos de la humanidad? Por eso, sería también deseable que en la discusión se depuraran elementos utópicos, que lejos de alumbrar el camino lo pueden desviar hacia lo ilusorio (como poco), y que se pensara en términos más modestos. Dejémonos de enmendar la plana a Dios creando el hombre nuevo y luchemos por objetivos más modestos: hacer una sociedad en donde lo peor quede contenido por los mejores impulsos del hombre viejo (y habría que añadir aquí, de la mujer vieja, aunque sea casi un sacrilegio).
En fin, no sé si algo de esto sirve, ni si es oportuno hablar con Gaspar LL., pero ahí queda.
Saludos mañaneros

Fray Pepe

Para: Colectivo Red Verde, 17 de septiembre de 2004.

http://www.nuevatribuna.es/opinion/julian-sanchez-vizcaino/quiere-suicidar-izquierda-unida/20140909165545106953.html

¿Ultima crisis?


Recién llegado, me he topado con un montón de correos sobre IU, que tenían como uno de sus centros el texto que remitía Carmen <<El final de una etapa política>> (¿Dónde se ha publicado y cuándo?), que voy a comentar. En primer lugar, parece que se trata de la reclamación de un sector más joven de IU para acceder al poder máximo (de IU y del PCE) y desplazar del mismo a la vieja o viejas generaciones que hicieron la Transición, y parece justa su reclamación al querer desplazar a “los viejos”, a la vista de los resultados de los últimos años (demasiados) de su gestión.
Como de IU lo ignoro casi todo, desconozco la representatividad de los firmantes y no sé si se trata de una expresión de la lucha entre generaciones, en el viejo sentido de que hay algo que les une debido a su edad, o de una lucha por el poder que responde a otras tensiones (centro/periferia/ o centro y organizaciones federadas o cualquier otra), aunque los firmantes sí se reclaman de un sector en el que se tiene en cuenta la edad. 
Hay algunas pistas que me inducen a pensar que se trata de gente más joven (no sé si representativa de toda la gente joven). Una de ellas es el lenguaje que parece más radical pero en realidad es muy ambiguo y hasta dogmático. Está plagado de aseveraciones que parecen sacadas de un catecismo político, por ejemplo: “En Democracia (¿por qué con la d mayúscula?) no caben antiguallas como la Monarquía (idem)”. ¿En cuáles? En Inglaterra, la más antigua, en Dinamarca o en Holanda, parece que sí caben. Y en Suecia, que es de las más avanzadas socialmente, pues también. En todo caso, hoy, en España, el problema político está en lograr que la monarquía pierda los apoyos sociales de que dispone: es decir, que pierda legitimidad; pero lo seguro es que quien ha perdido (y sigue perdiendo) legitimidad es la izquierda que cuestiona a la monarquía. 
Otro ejemplo: “Para hablar de democracia es necesaria la garantía plena de los derechos sociales y económicos a la misma altura que los derechos individuales y políticos”. Es una teoría nueva que debería explicar antes que nada que entiende por “garantía plena”, etc, etc. Esos jóvenes están señalando un problema o una tensión que efectivamente existe en los actuales regímenes democráticos, pero lo resuelven con un axioma; es decir, no lo resuelven, ni siquiera lo plantean correctamente para poder resolverlo. Por otra parte, y siguiendo con el tema de los derechos, me parece que ignoran la dificultad, no ya práctica, sino teórica o jurídica, de cohonestar derechos individuales y derechos de clase. Marx hizo una crítica muy severa a los Derechos del Hombre y del Ciudadano, pero se quedó en la parte negativa, la parte positiva de los derechos de clase del proletariado apareció esbozada en diversos escritos y quizá pensó dejarla para una obra sobre el Estado que pensó abordar cuando acabase El Capital. Pero sabemos que esta obra tampoco la completó. Lo cierto es que el desarrollo práctico del “socialismo real” no ha resuelto ese espinoso problema, que para mí es uno de los principales de la teoría sobre el Estado, la ciudadanía y la democracia que tenemos pendientes. En Italia, Bobbio avanzó bastante en esa línea, pero no sé si estos cachorros se refieren a eso; me parece que más bien no.
Hablan del modelo neoliberal como si fuera una realidad y además una realidad homogénea. El modelo neoliberal es una teoría que se trata de aplicar, con más o menos acierto (la habilidad y la capacidad de los gobernantes también cuentan) y con más o menos resistencias, en muchas partes del mundo. Y en Europa (en la UE, al menos) choca con las estructuras del Estado del bienestar, que cambian también de unos países a otros.
Se inventan una situación de crisis constitucional (eso también da una idea de su juventud): La Constitución del 78 sufre una profunda crisis, escriben, seguramente a consecuencia de lecturas mal digeridas de escritos de Carod y de Ibarretxe.
Y la opinión sobre Europa me parece un fárrago poco afortunado. Entiendo lo del nuevo modelo de Estado: republicano y federal, pero lo de solidario no sé qué pinta ahí. En cuanto a la democracia participativa, término muy en boga, me lo tendrán que explicar los teóricos, porque la democracia es en sí misma participativa; a no ser que por ser originales (y atendiendo a ese público antiglobalizador o alter globalizador) quieran meter ese adjetivo sin saber muy bien de qué va. En todo caso, abunda en lo dicho: demasiadas palabras presuntamente rimbombantes que quieren decir poco. No conozco al candidato que proponen, pero me gustaría saber si comulga con esas inconsecuencias.
El texto es interesante porque indica, sin pretenderlo, que la indigencia teórica es una de las causas de la crisis política de IU.
Saludos

Fray Pepe.

Para: Colectivo Red Verde. 14 de septiembre de 2004.

martes, 14 de marzo de 2017

Sigue la comedia

Good morning, Spain, que es different

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (de Cataluña, recalco) ha impuesto sendas  penas de inhabilitación a Artur Mas, ex Presidente de la Generalitat (dos años), a la vicepresidenta Joana Ortega (un año y nueve meses) y a la consejera Irene Rigau, la catalanizadora de escolares (un año y medio), por haber organizado la consulta secesionista, acto participativo o como quieran llamarlo, del 9 de noviembre de 2014, a pesar de la prohibición del Tribunal Constitucional.
El TSJC ha considerado que la resolución del alto Tribunal era clara y perfectamente entendible para personas de su formación y que, por tanto, para no acatarla no cabía alegar ignorancia o confusión por parte de los encausados, a los que ha impuesto una pena leve por el delito de desobediencia, no de prevaricación, en una sentencia obligada, claro está, pero a la vez prudente e incluso conciliadora.
El TSJC, con gran generosidad hacia las personas condenadas, no aprecia prevaricación (decidir sabiendo que se incumple la ley) en sus actos, lo cual es discutible, pues supone no tener en cuenta el contexto ni la pertinaz actitud de del ex President y las dos consejeras, que habían anunciado con bastante antelación (y mucha tabarra) su intención de convocar el refrendo, de llevarlo a cabo engañando al Estado español (ideas del “Astut” Mas), y de no haber cejado en el empeño hasta ahora, en que anuncian, que, con nuevos trucos, lo volverán a convocar.
El asunto se entiende menos, cuando Mas, desdiciéndose de lo dicho en su  declaración (que no entendía la resolución del TC, que nadie había impedido la consulta si es que era ilegal, y que, al final, había sido obra de los voluntarios), afirma, al conocer la sentencia, que lo volvería a hacer. ¿Qué volvería a hacer? ¿Escudarse en los voluntarios o asumir que él es el principal responsable de todo, como ha dicho por ahí pero no ante el juez?
La pena impuesta casi por obligación, que es un capón a una persona que está inhabilitada por sí misma y a la que sus conmilitones no se han atrevido a inhabilitar por simple motivo de supervivencia, ya que ha reventado al Partido, viene a señalar que con el Estado no se juega, pero flojito, como diría Gila, y sin ánimo de molestar mucho. Lo cual prepara el camino para que el problema de la secesión de Cataluña se resuelva como hasta ahora, es decir, mediante factura.

El Gobierno tiene pocas ganas de hacerle frente, es cicatero hasta para aportar argumentos en contra de la secesión, salvo repetir, como un papagayo, que hay que respetar la ley. Y por la otra parte contratante, están los del 3% (o del 4%), o sea que es muy posible que el envite independentista se contenga momentáneamente con el talonario. Y hasta la próxima vez. 

lunes, 13 de marzo de 2017

Ortega.Cantones.

Confieso que el filósofo madrileño no es de mi cuerda, pero debo admitir que conocía bien este país:
Más de una vez me he entretenido imaginando qué habría acontecido si, en lugar de hombres de Castilla, hubiesen sido encargados mil años hace, los <unitarios> de ahora, catalanes y vascos, de forjar esta enorme cosa que llamamos España. Yo sospecho que, aplicando sus métodos y dando con sus testas en el yunque, lejos de arribar a España una, habrían dejado la península convertida en una pululación de mil cantones.
Ortega y Gasset: La España invertebrada.


Laura, no conviene cargar sobre una sola persona los males de todo un país, cuyas causas están muy repartidas, como hace con Ortega García Trevijano, que no es trigo del todo limpio. 
Ortega, liberal, conservador, teórico de las élites, junto con Mosca, Pareto y Michels, puso su granito de arena como pensador, no como dirigente político, al formular algunos de los conceptos que luego utilizaría la Falange. Lo de unidad de destino en lo universal, que se adjudica a José Antonio, es de él. Este asunto está tocado por Fernando Ariel Del Val en "Historia e ilegitimidad. La quiebra del Estado liberal en Ortega. Fragmentos de una sociología del poder", Madrid, UCM, 1984. 
En cualquier caso, Ortega conocía bien este país y sus gentes, y de las muchas cosas que escribió y dijo hay algunas que son aprovechables. Como la cita de marras.

domingo, 12 de marzo de 2017

Lladres patriotics

Con todo esto del juicio del Millet, del Montull, del Viloca y otras hierbas aromáticas, como catalán y español estoy confuso, porque dada la similitud con los casos Gurtel, Orange Market, Púnica, Pokémon ERE y auditorio (etc, etc, etc), no sé si apandaban a la catalana, a la castellana, a la valenciana, a la gallega, a la andaluza o a la murciana. En cualquier caso, parece que los contratos públicos adjudicados sin concurso son la permanente guarnición del menú turístico servido en cada región, o mejor nación, de España: contratos con comisión servidos con butifarra, con sopas de ajo, con paella mixta (y unos trajes de regalo), con lacón con grelos, pescaito frito o empedrado de garbanzos.
Ya no sé, si respecto a la clase política, España es una nación de naciones o un sólo país de ladrones, con una sola clase política que roba donde puede, adaptándose a los usos y banderas del lugar. Quizá en el desaforado mangue de dinero público resida el verdadero internacionalismo interior o el auténtico espíritu patriótico de cada lugar. En todo caso, no veo motivo de orgullo.

domingo, 5 de marzo de 2017

Huelga general 29/9/2010

Emoción y racionalidad ante la huelga general del 29/9/2010.
Debate con Máximus en Red Verde

Maximus: Tampoco se encuentra en el debate político la palabra “ternura”, como sabéis, la utilizaba Petra Kelly en sus discursos y en su libro “Pensar con el corazón”.  Pero estando de acuerdo, Roca, en lo que señalas y en la necesidad de un cambio del escenario político y, en general, en el social, donde los valores que predominen se ajusten a una cultura más solidaria y grupal, no me parece adecuada la entrada de las “emociones” en este asunto. La emoción comporta instinto, la racionalidad supone que nuestras acciones se basan en la moral; con la emoción y los sentimientos se habilitan las masas, con la racionalidad se excluye la religión y la magia. La emoción supone reflejos condicionados, que impiden acciones voluntarias; la razón nos permite hacer juicios de valor; es lo que nos distingue de los animales no humanos: decidir, la idea de Kant someteré la máxima “llevaré a cabo esta acción para conseguir este fin” a la prueba del imperativo categórico
Yo: Lo que no me parece adecuado es no contar con los sentimientos, con las sensaciones. Y el hartazgo es una de las sensaciones que han de llevar a muchos trabajadores a la HG; y la indignación, por comprobar que, una vez más, se carga la crisis sobre las espaldas de los mismos. Y así sucesivamente. 
Y además, ¿quién dice que detrás de la decisión voluntaria de parar o no parar el día 29, no hay un cálculo, un juicio de valor, una evaluación de los costes, que para algunos (o para muchos) trabajadores pueden ser altos?
Max:A pesar de estar convencido que la estructura económica de una sociedad conforma las superestructuras (Marx) también entiendo que unas y otras se retroalimentan en un momento dado (en el paradigma). Y en ese estado sí cuentan la cultura de las emociones, los deberes y la dignidad: en las guerras por la patria, por la religión, por la raza.  En la historia hay más ejemplos de fanáticos que de héroes y más sufrimiento provocado por seguir a los profetas. Y, a veces, las historias tienen sus matices: los recogedores de algodón se fueron como consecuencia de la entrada en sus vidas de las maquinas; ya no eran necesarios y siguieron su camino errante, mal pagados, a las fábricas del norte; la mayor emigración en Estados Unidos: más de seis millones.
Yo: De la primera parte de tu aseveración -lo económico conforma lo demás- yo no estaría tan convencido, y menos si lo pones en relación con la frase siguiente. En la historia hay efectivamente muchos casos (no sé si más o menos que de héroes) de fanáticos y de profetas (falsos y verdaderos), vale… ¿Y….? No siempre en política impera la racionalidad, pues, debe mucho a la ideología, a los prejuicios, a las costumbres y a las tradiciones. 
Si no tuviéramos eso en cuenta, podríamos pensar, qué tontos eran los latifundistas de los estados de la Confederación que no se dieron cuenta de que ya no les hacían falta los esclavos, y en vez de comprar máquinas y liberarlos declararon la guerra a los estados abolicionistas. Y qué tontos siguieron siendo los blancos del sur, y también del norte, que no se dieron cuenta de ello hasta 1964, cuando el Congreso aprobó la Ley de Derechos Civiles. Y qué tontísimos siguen siendo muchos votantes del Partido Republicano, que no soportan tener un presidente negro. ¡Aún no se han enterado de que el algodón se recoge mejor y más deprisa con máquinas que a mano!
Entiendo que esta percepción tiene mucho que ver con tu aseveración de partida: que lo económico conforma lo demás, sin matices, pero ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿siempre?, ¿en qué grado?.
Max: La empatía y la simpatía por otros se adquieren, en su nivel más evolutivo, a través de la razón; el altruismo, que también se produce en animales no racionales, no llega a su grado de excelencia sino es en la especie humana. Hobbes, Hume, Smith, nos hablan de unos seres limitados en su naturaleza por el control social; este error de partida nos trae como consecuencia pensar que somos egoístas, que lo llevamos en la genética. Al contrario, Rousseau, por ejemplo, se basaba en la bondad inicial del género humano. Ni lo uno ni lo otro, solo existe “bueno o malo” si estamos dentro de la racionalidad. Los intereses mueven a los seres humanos de acuerdo con elecciones racionales pero estos intereses pueden ser tanto altruistas como egoístas.
Yo: ¿Has oído hablar de la química? Tienes que escuchar más a Joaquín Sabina, a Los Panchos, a Chavela Vargas y a Compay Segundo y releer con otros ojos las novelas más clásicas de la literatura occidental, porque tratan, sobre todo, de la química.  
Max: Cuando hablas de la “dignidad de la gente” podemos pensar que racionalmente se han dado cuenta que el sistema empieza a ser más desigual para ellos/nosotros. Existe una respuesta de queja a la desigualdad que se le produce a uno o a su grupo y, en cambio, una falta de respuesta cuando la desigualdad le favorece o no le afecta. Son más las respuestas reactivas y defensivas de desigualdad cuanto más cerca nos toquen (familia, amigos, compañeros, vecinos, etc.)
 Yo: Vale. La Huelga General es una respuesta reactiva a la reforma laboral de Zapatero, ¿y qué? Es una queja, una protesta, por recibir un trato inmerecido por parte de un gobierno que se dice izquierdas; es decir, amigo de los trabajadores, que ha repetido hasta el cansancio que nunca haría retroceder los derechos sociales. Es una reacción a un engaño. ¿O todo eso no son motivos para ir a la huelga?
Max: Cuando hablas de la “responsabilidad de los sindicatos” es posible que tengamos que pensar que los sindicatos son estructuras burocráticas, institucionalizadas, con un fuerte aparato de poder, que están perdiendo su papel de centralidad social y no quieren perderlo o retrasarlo. Se puede culpar a la derecha de esta situación, pero también influyen factores de cambio social y las propias acciones de éstos.  
Yo: Claro que los sindicatos se han acomodado, se han burocratizado, pero no saquemos a relucir el tema precisamente cuando se han decidido a movilizar a los trabajadores. Ese es un problema a plantear después de la huelga general.  
Max: Es una buena arenga: dignidad, deber, comunión, enemigo común. Hay parte de verdad en todo ello, pero también parte de artificio. Quizá sea un buen discurso para el colectivo, pero también hay que valorarlo de una manera más racional.
Yo: Quizá me pasé ayer con lo del heroísmo, pero para muchos trabajadores algo parecido se plantea ante la convocatoria de la huelga. ¿Qué hacer? ¿Qué riesgos asumir? ¿Qué puede pasar después? ¿Qué represalias pueden tomar los empresarios? Pues, junto con la indignación, el cabreo, la sensación de engaño, etc, también hay que incluir el miedo (más química), porque mucha gente tiene miedo de las represalias patronales y también delo que pueda venir después, porque, detrás de las medidas del Gobierno para salir de la recesión, lo que hay es una gran incógnita.
Personalmente creo que en los sindicatos, al convocar la huelga, junto con la apelación a los sentimientos o sensaciones ya descrita, hay gran dosis de racionalidad, de cálculo sobre los posibles resultados. Y en la respuesta de los trabajadores, también la habrá. Pero si sólo hubiera racionalidad, si la decisión de convocar la huelga respondiera sólo a la racionalidad más estricta, entonces no habría sido convocada, porque, frente a lo que tenemos delante (la patronal, la Comisión Europea, los grupos económicos más poderosos de Europa, el FMI y los gobiernos que han adoptado estas medidas neoliberales), el cálculo más frío dice que, a día de hoy, la posibilidad de vencer o de revertir sus efectos es mínima. Quizá el día 30 pensemos otra cosa, pero, por ahora, no parece que después de la huelga general de septiembre tenga que venir la revolución de octubre.

Septiembre, 2010. En el Colectivo Red Verde


jueves, 2 de marzo de 2017

De tú a tú


Comentario a un texto de La Vanguardia colocado en Patriotismo constitucional, en el que Urkullu admite que hoy no es posible la soberanía plena.

Sí, pero los secesionistas catalanes piensan que con la independencia pueden:
a) alcanzar el mismo grado de soberanía compartida que tiene España,
b) que esa semisoberanía la compartirán con los países de la Unión Europea, no con España,
c) que eso sitúa a Cataluña al mismo nivel que España, que es la gran ambición: tratar de tú a tú, de Estado a Estado con España. Así que creo que, por el momento, van a seguir dando la tabarra.