domingo, 18 de mayo de 2014

Contratar contratistas


La aparición de esta infraestructura paralela privatizada va más allá de la policía. Cuando las infraestructuras de los contratistas de los años de Bush se ven en conjunto, lo que vemos es “un estado dentro del Estado” totalmente articulado, tan fuerte y capaz como frágil y enclenque es el verdadero Estado. Este espectro corporativo ha sido construido casi exclusivamente con fondos públicos (el 90% de los ingresos de Blackwater provienen del Estado), incluida la formación de su personal (abrumadoramente compuesto por antiguos funcionarios públicos, políticos y soldados). Sin embargo, esta inmensa infraestructura  es de control y propiedad privados en su totalidad. Los ciudadanos que la han financiado no tienen, en modo alguno, derechos sobre esta economía paralela o sus recursos.

El verdadero Estado, mientras tanto, ha perdido capacidad para llevar a cabo sus funciones esenciales sin ayuda de los contratistas. Sus equipos propios están anticuados y los mejores expertos han huido al sector privado. Cuando golpeó el huracán Katrina, la FEMA tuvo que contratar a un contratista para adjudicar contratos a contratistas.
Naomi Klein (2010): La doctrina del “shock”. El auge del capitalismo del desastre, Barcelona, Paidós, p. 543.

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