viernes, 16 de mayo de 2014

Allons, enfants


“Tous les garçons et les filles de la France”, siguiendo la convocatoria de los sindicatos, se han echado a la “rue” para protestar contra la decisión del gobierno de Sarzoky de retrasar dos años la edad legal para jubilarse, que pasará, si las movilizaciones no lo impiden, de los 60 a los 62 años, y de los 65 a los 67 años para aquellos que no hayan cotizado el tiempo suficiente para cobrar la pensión entera.
Siete jornadas de huelgas y manifestaciones y una movilización casi continua desde el pasado día 12, que han ido ganando en intensidad, a medida que se acerca la hora en que el Senado debe aprobar la controvertida reforma de las pensiones. No debe llamar la atención la participación de los estudiantes de los institutos, pues lo que se decida, tarde o temprano les va a afectar.
“Les garçons et les filles de la France” no parecen dispuestos a aceptar que los mercados financieros dicten las condiciones laborales de sus padres, que pronto serán las suyas, y arremeten contra el Gobierno, elegido y pagado también por los trabajadores franceses, para que no se pliegue a las exigencias de los llamados mercados internacionales y de quienes, en Francia, comparten sus estrechos intereses.   
A España llegan los ecos de la Marsellesa, pero parece que aún no alcanzan a los oídos de nuestros jóvenes, que tienen por delante un futuro peor que el de los jóvenes franceses. Tendrían que estar no sólo manifestándose sino amotinándose ante lo que les espera, pero viven confiados en ese ilusorio limbo que es una eterna adolescencia en casa de sus padres.
Ya les sacará del ensueño Díaz Ferrán, o su sustituto.

Nueva Tribuna, 19-10-2010.

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