domingo, 22 de junio de 2014

Keynes y la mujer



Good morning, Spain (que es different)
“Que nadie suponga que es la mujer que trabaja la que va a sobresaltarse por las ideas del control de nacimientos o de la reforma del divorcio. Para ella estas cosas sugieren nueva libertad, emancipación de la más intolerable de las tiranías. Un partido que discutiera estas cosas abierta y sensatamente en sus mítines descubriría un interés nuevo y vivo en el electorado, porque la política estaría tratando una vez más de las materias sobre las que todos quieren saber y que afectan profundamente a la propia vida.
Estas cuestiones también se entrelazan con los temas económicos, que no puede eludirse. El control de nacimientos tiene que ver, por una parte, con las libertades de las mujeres y, por otra, con el deber del Estado de desempeñar algún papel relacionado con el tamaño de la población, de la misma manera que tiene que ver con el tamaño del ejército o con el volumen del presupuesto. La situación de las mujeres asalariadas y el proyecto de un salario familiar afectan no sólo a la condición de la mujer, la primera en la ejecución del trabajo pagado y el segundo en la ejecución del trabajo no pagado, sino que también suscitan la cuestión general de si los salarios debieran fijarse por las fuerzas de la oferta y la demanda, de acuerdo con las teorías ortodoxas del ‘laissez-faire’, o si debiéramos empezar a limitar la libertad de esas fuerzas, por referencia a lo que es justo y razonable, teniendo en cuenta todas las circunstancias.
J.M. Keynes (1925), “¿Soy un liberal” en Ensayos de persuasión.

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