miércoles, 18 de junio de 2014

Duro y blando

En estos días, a propósito de la sucesión en el titular de la Corona, circula entre comentaristas y periodistas la frase, ya tópica, de que el rey reina pero no gobierna, pues carece de poder. Lo cual es, de entrada discutible, pues según el artículo 56.1. de la Constitución: "El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones..." y a ver cómo se hace eso de arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones. Y según el artículo 62. h), ostenta el mando supremo de las Fuerzas Armadas. 
Quizá no gobierne, pero poder, lo que se dice poder, tiene bastante, y no es sólo simbólico. Puede decirse, que, según la distinción de Joseph Nye, el Rey dispone de un excepcional "poder blando" (simbólico, representativo) y del máximo "poder duro" (el mando supremo del Ejército).

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