Good morning, Spain (que es different)
La organización patronal no afloja su ofensiva
contra los trabajadores y pide profundizar la reforma laboral. Después de todo
lo dicho y de todo lo hecho insiste en rebajar la percepción inicial del
subsidio de desempleo para poder cobrarlo durante más tiempo, rebajar la
cotización de las empresas a la Seguridad Social, aumentar a un año el período
de prueba y poder despedir libremente durante cinco años.
Solicita
otra vuelta de tuerca a las condiciones laborales de los asalariados, pero lo
que este país necesita es cambiar de empresarios. ¿Cuándo se abordará la imprescindible
reforma empresarial? ¿Cuándo habrá una reforma gerencial? Quizá nunca, pero los
resultados de la gestión de los empresarios a la vista están como corresponsables
de la crisis, y la imagen pública de los dirigentes de la patronal también
forma parte de la “marca España”, y lo que sabemos, que no es mucho, no infunde
tranquilidad sobre la capacidad de dirigir de estos dirigentes económicos. Y,
entre otros muchos, vienen a la mente los nombres de Díaz Ferrán (Marsans),
Arturo Fernández (Cantoblanco), Jesús Terciado (CECALE), Juan José Prados
(Esabe), José Luis Aneri (Sinergia), Miguel Ángel Flores (Diviertt), Fernández de Sousa (Pescanova), Fernando Ferré
(Grupo Playa Sol), Fernando Martín (Martinsa), Miguel Blesa (Caja Madrid),
Rodrigo Rato (Bankia), Juan
Antonio Cano (AFINSA), Francisco Briones (FORUM FILATELICO), y Antonio Camacho
(Gescartera).
Sin olvidar, claro, al legendario
cuarteto de empresarios chungos: Javier
de la Rosa (caso Kio), Mario Conde (caso Banesto), Jesús Gil (de Los Ángeles de
San Rafael a Marbella) o José Mª Ruíz Mateos, por la quiebra fraudulenta de las
dos Rumasas.
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