Good morning, Spain (que es different)
“El
gran pacto social de 1945 fue fruto de esa correlación de fuerzas. Podemos
resumir ese pacto social de dimensiones europeas como una gigantesca y
transnacional revolución pasiva realizada en el territorio de Europa
occidental. Podríamos resumirlo con la siguiente expresión: estado del
bienestar a cambio de renunciar a la revolución democrático-popular. Todo un
sistema de valores, una entera cultura construida en torno a las grandes
conquistas sociales de 1945. Constituciones como la francesa de 1946 y la aún
más avanzada italiana de 1948, en las que se recuperaba el discurso de los
derechos del hombre y del ciudadano, fueron adoptadas de forma más o menos
consensuada. La propia Declaración de los derechos del hombre de 1948 formaba
parte de ese proceso, cuyos aspectos progresivos fueron truncados por la guerra
fría (…)
La Unión Europea y el euro,
lejos de ser, como afirma la mayor parte de la izquierda europea, una
construcción incompleta, es un mecanismo adecuado a las necesidades y objetivos
de quienes la diseñaron y para liquidar lo que quedaba de soberanía de los
distintos estados. Por el contrario, se trata de una superestructura que
permite gobernar toda el área europea sometiéndola a un auténtico estado de
excepción (…) Por eso, el problema que discutimos está lejos de ser un problema
de simple técnica económico-monetaria. La tarea que pasa a primer plano
consiste en recuperar la soberanía nacional de cada estado miembro (…) Dentro
de la UE, los estados nacionales son, cada vez más, simples estructuras
jurídico-represivas al servicio de mecanismos de intercambio y desarrollo
desiguales. Simples estados cipayos del imperio alemán. Miguel Herrero y
Rodríguez de Miñón caracterizó en 1997 esta situación con una metáfora eficaz:
el síndrome de Vichy.”
Ramón Franquesa y Joan
Tafalla: “La nueva geopolítica europea. Hacia un bloque histórico de los países
del sur”, El viejo topo nº 317, junio
2014.
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