domingo, 1 de junio de 2014

¿Banco malo?



Good morning, Spain (que es different)

Con el lío de las elecciones había pasado por alto una noticia sobre las finanzas (o quizá sobre la moral) que tiene relación con los resultados de la consulta.
Se refiere al llamado banco malo (SAREB, por su nombre de pila: Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), la entidad semipública (el 45% del capital es del Estado) creada para sanear la banca, al hacerse cargo de los activos tóxicos de los bancos privados tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que también lo es hipotecaria.
Pues resulta, que el SAREB, en 2013, año de recortes, pagó a sus empleados una media de 105.000 euros (12 pagas de 8.750 euros al mes). Su presidenta, Belén Romana tuvo unos ingresos de 295.000 euros (24.600 al mes) y el consejero delegado Walter de Luna de 385.000 euros. La alta dirección se repartió 3.458.000 euros, y de esa cifra 1.435.000 euros fueron al consejo de administración.
Falta un dato para completar el cuadro: en 2013, el SAREB tuvo unas pérdidas de 261 millones de euros.
El propio nombre de la entidad -banco malo- encierra una paradoja -¿puede haber un banco malo?-. Quizá para los ciudadanos españoles, que están soportando recortes en sueldos, pensiones, sanidad, educación y asistencia social, para sanear las finanzas de los bancos, pero no es malo para sus directivos, ni tampoco para los de este curioso banco ¿malo?

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