martes, 4 de abril de 2017

Lectura de Kamen

Good morning, Spain, que es different

Un poco de lectura de historia

Había ciertos límites en la ayuda que prestaba Cataluña en su colaboración con el resto de los reinos peninsulares. Debido a su pequeña población, Cataluña apenas contaba con los recursos humanos necesarios para dedicarlos a operaciones militares[1]. En consecuencia, desempeñó sólo un pequeño papel en el reclutamiento destinado a las empresas imperiales españolas, sobre todo en las de Italia (donde se encontraban los tercios) y en Flandes. Por la misma razón no hay un número importante de catalanes en los listados de emigrantes del Nuevo Mundo. Por desgracia, los historiadores catalanes han mostrado escaso interés a la hora de estudiar el papel que desempeñó Cataluña en el imperio de los Habsburgo y el resultado ha sido una versión completamente distorsionada de esa época histórica, que ahora se vierte una y otra vez en la prensa catalana y en las escuelas. La versión ficticia de la historia es también habitual en los círculos oficiales. 
Algunos nacionalistas castellanos, sobre todo a principios del siglo XX, generaron una versión ficticia e ideologizada de lo que había ocurrido durante el reinado de los Reyes Católicos; del mismo modo, algunos catalanes decidieron crear su propia versión ficticia del mismo período. La página web oficial de una ciudad catalana nos informa de que <<el reinado de los “Reyes Católicos” relegó a Cataluña a un papel subordinado. La Corona de Castilla impuso su propia administración así como su idioma en Cataluña>>. 
Nada de eso ocurrió jamás, pero la ficción ahora ha alcanzado un estatus de verdad en la historiografía del nacionalismo regional. Cuando uno de los historiadores fundamentales de Cataluña, Jaume Vicens Vives, se dedicó en serio a la investigación formal de este período y especialmente de Fernando II, “el rey católico”, fue criticado por algunos de sus colegas y calificado de <instrumento> de los españoles (...) El día en que los historiadores comiencen a estudiar la historia militar de Cataluña -un asunto al que jamás se ha prestado la menor atención- empezaremos a conocer un poco mejor por qué los catalanes nunca han tenido ninguna relevancia en el campo de las hazañas militares. En las campaña militares en Cataluña, durante los siglos XVII y XVIII, el grueso de las tropas activas en combate no era catalán. Se puede afirmar que hubo muy pocos catalanes que participaran en campañas españolas en otros países, al menos de modo oficial, porque los fueros catalanes prohibían oficialmente servir en el ejército fuera del principado. Eso no les impidió estar presentes en ciertas campañas, como en las de Granada hasta 1492, y hay pruebas de que también hubo catalanes en las que España llevó a cabo más adelante en Flandes.
Puede que hubiera una colaboración muy escasa en el ámbito militar, pero hubo mucha más en cuestiones comerciales.




[1] Castilla ocupaba las tres cuartas partes del territorio peninsular y tenía el 80% de la población, estimada en unos 7 millones de habitantes, de los cuales unos 5 eran castellanos, mientras que la Corona de Aragón disponía de poco más de un millón de personas, repartidas de forma aproximada en Aragón, Cataluña y Valencia.  

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