Good morning, Spain, que es different
“El Partido Socialista
italiano no se distingue en nada del Labour Party inglés y no es revolucionario
más que en las afirmaciones generales de su programa. Es un conglomerado de
partidos; se mueve, inevitablemente, con pereza y retraso; está continuamente
expuesto a convertirse en fácil terreno conquistado por aventureros,
carreristas, ambiciosos sin seriedad ni capacidad política; por su
heterogeneidad, por los roces innumerables de sus engranajes, saboteados y desgastados
por tantas siervas dueñas (*), nunca es capaz de asumir el peso y la
responsabilidad de las iniciativas y las acciones revolucionarias que le
imponen constantemente los acontecimientos. Eso explica la histórica paradoja
por la cual, en Italia, son las masas las que empujan y “educan” al partido de
la clase obrera y no es el partido el que guía y educa a las masas (…) El Partido
Socialista está expuesto a todas las presiones de las masas y se mueve y se
diferencia cuando ya las masas se han movido y se han diferenciado. En
realidad, este Partido Socialista que se proclama guía y maestro de las masas
no es más que un mísero notario que registra las operaciones realizadas
espontáneamente por las masas; este pobre Partido Socialista que se proclama
jefe de la clase obrera no es más que la impedimenta del ejército proletario”.
L’Ordine
Nuovo, 9/X/1920
(*) Gramsci alude a “La serva padrona”, de Pergolesi.
Salvando las distancias y la
situación política, pues hoy no se plantean objetivos revolucionarios ni las
fábricas están ocupadas por obreros organizados en consejos, el artículo de
Gramsci hace pensar en el día de hoy. Y no sólo sobre el PSOE....
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