domingo, 2 de abril de 2017

De lo subversivo a lo pintoresco

"Añadan a eso las quiebras que comienzan a hacerse visibles en las confluencias, el invento mágico que hizo pasar a Podemos de su techo natural del 15% a cifras superiores al 20%. Hoy se ve que Podemos nunca fue el motor ni el dueño de las confluencias: en Cataluña es Ada Colau, en la Comunidad Valenciana es Compromís y en Galicia es Beiras. Los dirigentes de Podem en Cataluña han querido echar un pulso a Colau y a esta no se le ha movido una pestaña. Más bravuconadas como esa y el partido de Iglesias quedará en la indigencia electoral en tres territorios clave...

Mientras tanto, han pasado ya varios meses de legislatura y no se conoce una iniciativa o propuesta articulada de Podemos que toque las cuestiones nucleares del presente y del futuro. A cambio, nos han entretenido con una colección de gestos para la grada, números faranduleros en el hemiciclo y banalidades efectistas. Reivindican el papel de líderes de la oposición, pero este es el día en que Podemos aún no le ha creado un solo problema serio al Gobierno de Rajoy, ni en el Parlamento ni fuera de él. Cuanto más estridentes, menos contundentes...

Podemos comenzó siendo un movimiento con vocación subversiva, en el sentido genuino de “trastornar o alterar el orden establecido”. Durante el año del bloqueo se presentó como alternativa de poder (aquella supervicepresidencia para Iglesias y aquella presentación de ministrables, ¿recuerdan?). Y si sigue por el camino que ha tomado últimamente, corre el riesgo de de convertirse en un partido ruidoso, pero meramente pintoresco. Como diría Mao, "un tigre de papel".
Me temo que llegados a este punto, su única esperanza a corto plazo es que Pedro Sánchez regrese a Ferraz..."

Fragmentos del artículo de Ignacio Varela en El Confidencial, 1/4/2017. 

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