miércoles, 9 de julio de 2014

Veintiseis leyes (1)

Good morning, Spain (que es different)
Confirmando la sospecha de que al Partido Popular la regeneración democrática le importa un rábano, el Gobierno de Rajoy pretende que el Congreso apruebe el próximo jueves el Real Decreto-Ley de Medidas Urgentes para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia, que modifica 26 leyes de distinto rango.
El Real Decreto, un mamotreto de 172 páginas, de rabulesca y apretada prosa y heteróclito contenido legislativo, con disposiciones que afectan a los horarios comerciales, al empleo juvenil, a las tarjetas de crédito, a la privatización de los registros civiles y el uso de drones, entre otros asuntos, se deberá aprobar de una tacada, sin enmiendas ni grandes debates, pues los portavoces sólo dispondrán de 15 minutos para definir su posición sobre el mismo.
El caso no es nuevo ni único, pues es un vicio autoritario que viene de los gloriosos tiempos del Liderísimo, cuando España iba bien, pero la democracia iba mal, y el Gobierno aprovechaba las leyes de acompañamiento de los presupuestos para colar en ellas todo lo que le viniera en gana. Atrabiliario procedimiento que fue muy utilizado por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, con gran provecho de los amigos y emprendedores de la orla del partido. Claros abusos de poder de unas gentes que provienen del franquismo y creen hallarse todavía en las Cortes del Generalísimo, en las que los agradecidos procuradores aprobaban entre aplausos todo lo que les presentara el dictador. Añoranzas de la democracia orgánica.
Ante la protesta de los partidos de la oposición, la prensa de la derecha ha defendido la cacicada como un boicot de la izquierda a las medidas de la recuperación económica. Añoranzas de la Prensa del Movimiento.

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