Good morning, Spain
(que es different)
Hoy,
en la sede federal del PSOE, se ha de celebrar un debate entre los tres candidatos
a la secretaría general -Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez
Tapias-. Debate, con exposición de los candidatos y preguntas del público
asistente, que será decisivo para formar la opinión de los militantes que en
menos de una semana han de elegir al Secretario General del PSOE. Con ello
concluye la primera parte de un apresurado proceso renovación del partido, que
debe culminar en un congreso en otoño y en la designación del candidato a la
presidencia del Gobierno en las próximas elecciones.
Veremos
lo que da de sí el debate, porque hasta ahora hemos oído hablar de participación,
de primarias o secundarias, de avales, de hacer un partido más abierto, de un
partido renovado, etc, es decir, de procedimientos internos y de apelaciones
generales a un ideal sobrevenido sin saber cómo, pero lo que interesa es conocer
el programa de cada candidato, con quiénes lo va a llevar a cabo (con qué equipos
cuentan), cómo los van a aplicar y con qué prioridades en el tiempo. Y entonces
veremos lo que hay de renovación y lo que hay de viejas recetas, de un proceso renovado
o nuevamente fallido.
Los candidatos
deben pronunciarse sobre los muchos problemas que hay sobre la mesa: la reforma
de la Constitución, la del sistema electoral para conservar o abolir este
régimen bipartidista y reemplazarlo por otro más plural (canovismo sí o no), sobre
la legitimidad de la Corona (referéndum sí o no) y la relación con la Iglesia
(concordato sí o no), sobre Cataluña y la estructura territorial del Estado (revisión
del mapa autonómico), sobre regeneración de las instituciones, en particular
del aparato judicial y los órganos más altos de la magistratura, y el
aforamiento de cargos públicos, sobre Estado del bienestar (recuperarlo sí o
no) y por encima de todo, sobre la salida de la crisis que está golpeando a los
más débiles, que precisa soluciones drásticas y urgentes, como una reforma
fiscal, medidas extraordinarias contra el paro y la apuesta por un nuevo modelo
económico, que sea menos despilfarrador, menos dependiente de fuentes
energéticas del exterior y menos contaminante.
Queda, finalmente, para comprobar
la sinceridad y la profundidad del impulso renovador, si del debate saldrá algún
elemento de autocrítica hacia lo realizado en los 21 años en que el PSOE ha
estado al frente del gobierno central y otros muchos años al frente de gobiernos
autonómicos y locales, porque en la deteriorada situación del partido cuenta lo
realizado, bien, mal o regular, en todas partes. Es curioso observar que, tras
el resultado electoral del mes de mayo, reconocido como una derrota sin
paliativos, no se haya producido una oleada de dimisiones de cargos locales y
autonómicos detrás de la dimisión de Rubalcaba, como si el Secretario General hubiera
sido el único responsable de la aplicación concreta de la política del partido
en cada lugar de España donde el PSOE ha gobernado, zanjando así las
responsabilidades de los dirigentes locales en la gestión del poder en las zonas
de sus respectivas competencias.
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