jueves, 10 de julio de 2014

En el aire



Good morning, Spain (que es different)
En España hay 50 aeropuertos comerciales, 51 con el aeródromo de paseantes de Castellón, que ha costado 150 millones de euros. La Terminal 4 Barajas ha costado 6.000 millones de euros para uso de Iberia, la cual tras su absorción por British Airways ha perdido líneas e importancia (en 2013, ocupó el cuarto puesto, detrás de Ryanair, Vueling y Air Europa), por lo que la terminal está infrautilizada.
Varias provincias cuentan con aeropuertos con servicio escaso y otros no tienen tráfico en meses a pesar de las subvenciones a las compañías aéreas. La suspensión de la subvención de 9 millones de euros de la Junta de Extremadura obligó a la compañía que operaba en el aeropuerto de Badajoz a suspender los vuelos desde enero de 2012, también han quedado sin servicio el de Albacete, el de Reus y el nuevo de Murcia.
El de Huesca, que costó 45 millones de euros, tiene una media de 7 pasajeros diarios, el de Lérida ha costado 95 millones de euros, el de León 80 millones, el de Logroño, con la mitad de los pasajeros previstos, 18 millones, la nueva terminal del de León (7.200 m2) 29 millones; las obras de reforma del de Pamplona han costado 44 millones, pero carece de un sistema para aterrizar con niebla, que provoca frecuentes cancelaciones de vuelos, pero el más escandaloso es el caso del aeropuerto de Ciudad Real, cerrado en noviembre de 2011 por falta de vuelos. Tuvo un coste de 1.100 millones de euros, prestados por Caja Castilla-La Mancha, la cual tuvo que ser intervenida por el Banco de España, con un aval de 9.000 millones de euros.
El aeropuerto internacional de Corvera, en Murcia, ha tenido un coste de 266 millones de euros, pero como no tiene los viajeros suficientes para ser rentable se piensa en cerrar el de San Javier, situado a 35 kms, en cuya ampliación se han invertido 70 millones de euros. El aeropuerto era una pieza necesaria para los proyectos urbanísticos de residencias y campos de golf, como el de Polaris World y el de Cabo Cope, una de las pocas zonas vírgenes de la costa. Otra pieza del disparate es la autopista de peaje Vera-Cartagena, la menos transitada de España, que ahora será rescatada con dinero público, junto con las autopistas radiales de Madrid, que fueron un capricho de Esperanza Aguirre, con el visto bueno del ministerio de Fomento de Álvarez Cascos.
La Generalitat catalana dotó de aeropuerto a cada provincia, y con Spanair quiso disponer de una compañía de bandera cuando dichas compañías están en declive. El intento se saldó con un aporte de 150 millones de euros de dinero público y no evitó la quiebra de la compañía, que debe hacer frente a una posible multa y a indemnizaciones por dejar en tierra a 23.000 viajeros en su colapso.
Hay regiones donde los aeropuertos están separados por distancias cercanas a los 100 km, que se pueden recorrer en coche. En 2010, sólo 11 de los 48 aeropuertos comerciales que gestiona AENA (tiene una deuda de 12.000 millones de euros) acabaron el año sin pérdidas, pero aún así estaba previsto construir otra media docena con el argumento de que España tiene menos aeropuertos que Francia o Alemania. El pasado mes de junio el Gobierno privatizó el 49% del capital de AENA.

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