Dice la prensa que la Universidad Complutense se plantea cobrar a la Iglesia un alquiler por las ocho capillas que tiene en varias facultades.
No veo la razón por la que hay que cobrar a la gente por acudir a misa,
pero veo aún más carente de razones el que se digan misas en centros
universitarios. Si me cuesta entender las razones de quienes asisten a
misa siendo universitarios, entiendo aún menos el pacto de colaboración
entre la Universidad y la Iglesia, dos entidades cuyos propósitos con
opuestos, más aún, contradictorios, pues la Universidad cultiva el saber
y el conocimiento, el pensamiento crítico, la duda, la experimentación,
la lógica y la razón, mientras la Iglesia como institución, no los
católicos, que los hay muy diferentes, defiende el dogmatismo, la fe sin
pruebas, la superstición y la intolerancia.
La Universidad se guía
por el lema kantiano: "Sapere aude!", atrévete a saber por tí mismo, y
la Iglesia lo hace por el lema agustiniano "Credo quia absurdum", creo
porque es absurdo, y enseña a no pensar, sino a obedecer el dogma. Nada
tiene que ver una institución con la otra y, sin embargo, en virtud de no se
qué acuerdo (el concordato, supongo), ahí estan compartiendo techo,
tiempo y espacio. Un dislate.
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