Good morning Spain, and Catalonia, que tambièn es
different
A
medida que pasan los días y se van conociendo los entresijos de lo que ha sido
el "oasis" catalán se entienden mejor las prisas de Artur Mas para
acelerar la secesión de Cataluña. Resulta que el oasis catalán no era tal, que
lo que sucedía el Cataluña no era muy diferente de lo que sucedía en el resto
de decadente y opresora España, incluso era peor; no sólo porque también estaba
igual de extendida la corrupción política y empresarial, que afectaba también a
la judicatura, sino porque afectaba a la dinastía reinante de los Pujol.
Toda
la sagrada familia, modelo de catalanismo católico y conservador, con seny y
mano izquierda, metida en negocios poco claros, desde la lejana quiebra de
Banca Catalana, y entregada, por lo menos al fraude fiscal. Ahora se entiende
mejor la búsqueda de un pretexto que desviara la atención de las actividades
delictivas del padre (y de los hijos) de la patria hacia el enemigo exterior.
La consigna "España nos roba" fue un acierto de los servicios de
propaganda de la Generalitat, secundados por la cohorte de iletrados payeses
que les bailan el agua, para no tener que admitir que "el jefe nos
roba". El jefe y otros, claro, porque la financiación de CiU no ha sido
ajena a otros enjuagues que se han ido conociendo, pues la lista de implicados
en corrupción y en actividades empresariales más que dudosas es demasiado larga
como para olvidarla (Banca Catalana, Grand Tibidabo, Casinos, Palau, Treball,
etc,etc) y ha contado con personajes como Javier de la Rosa (empresario
modelo), Prenafeta, Pallerols y casi todos los vástagos de la familia Pujol,
entre otros.
Lo
cual, muestra que la clase política y empresarial catalana, la casta catalana,
forma parte de la misma clase política y empresarial del resto del país, unidos
por multitud de lazos políticos y económicos, por los mismos intereses de
clase, por las mismas actitudes a la hora de gobernar y por la misma falta de
honestidad y de lealtad con los ciudadanos.
Esta clase política tiene
la enorme responsabilidad de haber contribuido con su comportamiento al
deterioro de las instituciones de este país, y su permanencia en los distintos
niveles del poder impide la regeneración del mismo. Un proceso de renovación
democrática, de transparencia y de saneamiento de las instituciones, como el
que vienen exigiendo sectores cada vez más amplios de la ciudadanía, exige
renovar las élites y desplazar del poder a esta casta corrompida en todos sus
niveles, a todas las escalas y en todas sus versiones (nacionalistas,
españolistas, regionalistas; locales, insulares, autonómicas o centrales;
políticas o administrativas). Y el proyecto secesionista de Mas pretende
separar a la casta política catalana del resto de la casta atizando el
nacionalismo y tratando de incluir a los dirigentes políticos catalanes en el
magma de un pueblo secularmente oprimido y expoliado por España. La bandera
como el refugio de los corruptos. Hasta ahora la mentira ha tenido bastante
éxito.
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