El recientemente fallecido Miguel Boyer
era un buen representante de la élite socialdemócrata, que, desde el
Estado, entonces empezaba a formar parte de la "casta" por medio de una
amalgama de ambiciones e intereses con la burguesía tradicional. Es un
exponente de la España Cool y tope fashion, de la gente guapa del PSOE y
de los emergentes nuevos ricos de izquierda, que aparecieron en España con los gobiernos de Felipe González.
Como miembro de la clase
media acomodada, un sentido de clase le llevaba hacia donde estaban el
dinero y el poder, pero políticamente no tuvo claro dónde estaba su
sitio: ni en el PSOE ni en FAES.
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