Comentario al artículo de R. Cotarelo abajo indicado.
Este
muchacho tan limpito es un producto del aparato del Partido, que ha
apostado por la continuidad del régimen político vigente -católico,
monárquico, neoliberal y autoritario- mediante una prudentísima reforma, que no
suponga un riesgo para el bipartidismo, es decir
para el propio PSOE.
Esta intención merecería una actitud similar por parte del
otro guardián del templo, pero no la hay. El PP necesita imperiosamente al PSOE, que es
la pata política necesaria para que este tinglado conserve un residuo
de credibilidad. Necesitan al PSOE, pero son muy brutos y sólo admiten
colaboración cuando el adversario agoniza en el suelo.
La salutación de
Rajoy a la primera intervención de Sánchez en el Congreso como flamante
Secretario General del PSOE y posible candidato a la Moncloa, fue restregarle por la cara la herencia recibida de Zapatero. ¡A estas
alturas! pero lo hizo. Este muchacho entre otras cosas ha propuesto
reformar la Constitución y ha indicado su deseo de no pactar con Podemos, sino con
el PP, lo cual puede equivaler a su suicidio, pero lo ha hecho. Y ayer
Mas dió marcha atrás en el refrendo del día 9 de noviembre. Bueno, pues Rajoy ha
dicho que la reforma de la Constitución no está en sus prioridades. En
atención a ambos, a Sánchez y a lo que Mas tiene detrás, podía medir prudentemente sus
palabras, pero no; esta derecha no admite adversarios, sino enemigos
vencidos y es ahí donde está planteada la batalla.
Así que, si Sánchez
aspira a llegar a algún acuerdo con el PP, debe dejar entrever la idea de que en un
momento dado puede pegar una patada, tirar los palos del sombrajo, y
apostar por una reforma radical del régimen pactando con IU, con
Podemos, con Equo y con el mismo diablo, con tal de desalojar a esta
derecha del poder político, porque esta derecha no es inmovilista, es
simplemente reaccionaria.
http://www.publicoscopia.com/opinion-politica/item/2010-el-lugar-del-psoe.html
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