Good morning, Spain, que es different
El
pasado fin de semana “Podemos” ha celebrado, en Madrid, su asamblea
constituyente, con una gran éxito de participación y en un ambiente de gran entusiasmo
de los asistentes. “Podemos” ha comenzado la compleja tarea de delimitar su perspectiva,
su campo de acción y su discurso, unificar voces, órganos y proyecto abordando
la confección del programa, del que se conocen los primeros puntos aprobados, que
muestran la intención de descender del cielo de las utopías a la tierra, que es
donde se libran las batallas políticas. Es loable este esfuerzo por hacerse más
verosímil para ciudadanos que no sean sólo soñadores, pero no deseo detenerme
en este asunto, sino señalar algunos hechos que delimitan el contexto en el que
se ha celebrado la asamblea y que han actuado en su favor, a pesar de la
intención de quienes han sido sus protagonistas.
Tenemos,
en primer lugar, las declaraciones de Aznar contra “Podemos”, que siempre
levantan polvo y generan nuevos adeptos a los alternativos. Luego, la crisis
del ébola, que ha puesto en evidencia a la ministra Ana Mato y al consejero de
la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez (que siguen en sus puestos), como
mediocres gestores de la sanidad pública. Después el anuncio de ENDESA de entregar un
dividendo extra a los accionistas, a cuenta de unos beneficios fabulosos en
tiempo de crisis. En el mismo ámbito de la economía, está la reclamación de la
Comisión Europea para que una treintena de grandes empresas españolas, como
Abertis, Telefónica, Banco Santander o Iberdrola, devuelvan unas ayudas
millonarias, que han recibido desde 2007, algunas de ellas decididas con
carácter retroactivo por el Partido Popular.
¿Cómo
olvidarse de otro episodio oscuro de Bankia? El descubrimiento de las tarjetas
en negro ha puesto de manifiesto la intención defraudadora de la dirección de
Caja Madrid, la anuencia de los órganos de vigilancia, que han mirado para otro
lado, y la existencia de una fracción de la “casta” formada por representantes de
partidos de izquierda y derecha y de sindicatos y patronales en la percepción
de sobornos (eso son) para que prestaran su colaboración en llevar la empresa a
la ruina. El caso recuerda la trama del ERE de Andalucía y la concesión de los cursos de formación en
Madrid, que han beneficiado a sindicatos y patronales, con el descrédito de ambos.
Sin olvidarse del minero-sindicalista-millonario asturiano.
De
la casta también habla, y no bien, la dimisión de Gallardón (ya era hora) y su
inmediata entrada en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, donde le
esperaban otros 7 consejeros del PP y dos del PSOE, beneficiados, como él, con
un sueldo vitalicio de 8.500 euros al mes (5.500 euros netos), coche oficial y
un asistente.
Otro
ingrediente ha sido que la mayoría del PP en el Congreso ha logrado que el
polémico proyecto de Ley de Seguridad siga su curso a pesar del rechazo de toda
la oposición. Y en el mismo terreno de la acción de la justicia, no ha dejado
de sorprender, y ha indignado a los familiares de las víctimas (5 niñas muertas
por la codicia de un canalla), la petición del fiscal de 4 años de cárcel para
Miguel Ángel Flores, el director de la empresa que organizó la fiesta de Halloween en el
Madrid-Arena.
Fuera
de España también suceden cosas que benefician a “Podemos”. Y una
importantísima es el anuncio de que, si Dios no lo remedia (el Banco central
Europeo y Merkel no lo hacen), estamos entrando en la tercera recesión desde
2008, que traerá una nueva contracción de la economía europea y, desde luego,
de la española. El FMI sigue apostando por la moderación salarial, pero Rajoy
dice que vamos por buen camino.
Teniendo reciente todo esto, ¿cómo no extrañarse del
éxito de “Podemos?” Incluso me parece poco.
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