lunes, 20 de octubre de 2014

“Otros apoyos” de Podemos




Good morning, Spain, que es different
El pasado fin de semana “Podemos” ha celebrado, en Madrid, su asamblea constituyente, con una gran éxito de participación y en un ambiente de gran entusiasmo de los asistentes. “Podemos” ha comenzado la compleja tarea de delimitar su perspectiva, su campo de acción y su discurso, unificar voces, órganos y proyecto abordando la confección del programa, del que se conocen los primeros puntos aprobados, que muestran la intención de descender del cielo de las utopías a la tierra, que es donde se libran las batallas políticas. Es loable este esfuerzo por hacerse más verosímil para ciudadanos que no sean sólo soñadores, pero no deseo detenerme en este asunto, sino señalar algunos hechos que delimitan el contexto en el que se ha celebrado la asamblea y que han actuado en su favor, a pesar de la intención de quienes han sido sus protagonistas.
Tenemos, en primer lugar, las declaraciones de Aznar contra “Podemos”, que siempre levantan polvo y generan nuevos adeptos a los alternativos. Luego, la crisis del ébola, que ha puesto en evidencia a la ministra Ana Mato y al consejero de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez (que siguen en sus puestos), como mediocres gestores de la sanidad pública. Después el anuncio de ENDESA de entregar un dividendo extra a los accionistas, a cuenta de unos beneficios fabulosos en tiempo de crisis. En el mismo ámbito de la economía, está la reclamación de la Comisión Europea para que una treintena de grandes empresas españolas, como Abertis, Telefónica, Banco Santander o Iberdrola, devuelvan unas ayudas millonarias, que han recibido desde 2007, algunas de ellas decididas con carácter retroactivo por el Partido Popular.
¿Cómo olvidarse de otro episodio oscuro de Bankia? El descubrimiento de las tarjetas en negro ha puesto de manifiesto la intención defraudadora de la dirección de Caja Madrid, la anuencia de los órganos de vigilancia, que han mirado para otro lado, y la existencia de una fracción de la “casta” formada por representantes de partidos de izquierda y derecha y de sindicatos y patronales en la percepción de sobornos (eso son) para que prestaran su colaboración en llevar la empresa a la ruina. El caso recuerda la trama del ERE de Andalucía y  la concesión de los cursos de formación en Madrid, que han beneficiado a sindicatos y patronales, con el descrédito de ambos. Sin olvidarse del minero-sindicalista-millonario asturiano.
De la casta también habla, y no bien, la dimisión de Gallardón (ya era hora) y su inmediata entrada en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, donde le esperaban otros 7 consejeros del PP y dos del PSOE, beneficiados, como él, con un sueldo vitalicio de 8.500 euros al mes (5.500 euros netos), coche oficial y un asistente.
Otro ingrediente ha sido que la mayoría del PP en el Congreso ha logrado que el polémico proyecto de Ley de Seguridad siga su curso a pesar del rechazo de toda la oposición. Y en el mismo terreno de la acción de la justicia, no ha dejado de sorprender, y ha indignado a los familiares de las víctimas (5 niñas muertas por la codicia de un canalla), la petición del fiscal de 4 años de cárcel para Miguel Ángel Flores, el director de la empresa que organizó la fiesta de Halloween en el Madrid-Arena.
Fuera de España también suceden cosas que benefician a “Podemos”. Y una importantísima es el anuncio de que, si Dios no lo remedia (el Banco central Europeo y Merkel no lo hacen), estamos entrando en la tercera recesión desde 2008, que traerá una nueva contracción de la economía europea y, desde luego, de la española. El FMI sigue apostando por la moderación salarial, pero Rajoy dice que vamos por buen camino.
Teniendo reciente todo esto, ¿cómo no extrañarse del éxito de “Podemos?” Incluso me parece poco.

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