miércoles, 30 de septiembre de 2015

Imagine

Good morning Spain, que es different


Imaginemos que Junts pel Si (Together for Yes, para los corresponsales extranjeros), la lista del presidente emboscado (the hidden president list), hubiera obtenido 69 escaños, uno más de los necesarios para tener mayoría absoluta, y que con el apoyo de la CUP (CUP's support) hubiera declarado la independence of Catalonia en un santiamén, cogiendo a Rajoy reading the "Marca", a la vicepresidenta traspuesta (sleeping no beauty), al ministro de Defensa de maniobras con el ejército en Siria (men at war), al ministro del Interior en la capilla (crying in the chappel), a Montoro contando el dinero en el sótano del Banco de España (money, money, money, all is funny in the richmen world), a Aznar en el rancho de su amigo Bush (big boss ranch) en Crawford (Texas), a los más altos miembros de la magistratura disfrutando de la semana caribeña lejos de sus despachos (mulatas, bachata, regatón), mientras en la Moncloa suena con insistencia el teléfono, pero no es Doménico Modugno ni José Guardiola, sino una llamada desde la nueva frontera de Lleida solicitando instrucciones, pero la asistenta (peruvian cleaner) no lo coge porque está fregando (Fairy is the best). 
Olvidémonos de España (forget Spain) e imaginemos lo que acabarían de obtener en Cataluña. Un gobierno con mayoría absoluta (absolutely), sostenido por un partido neoliberal, católico y monárquico (como el de aquí), que está envuelto en varias tramas de corrupción (como el de aquí) y que lejos de colaborar con la justicia hace todo lo posible por escapar de ella (fugitive men and women) (como el de aquí). 
Un partido que ha aplicado con rigor las medidas de austeridad dictadas por Merkel y que se esfuerza por ser admitido en ese selecto club (select club) de neoliberales, que es la Unión Europea (para estar igual que aquí). Es el partido que más dinero ha dado a la enseñanza privada y confesional (más que aquí), que ha deteriorado más la sanidad (entre las peores de Spain) y que ha subido cuando ha podido los impuestos (¡joder con the taxes!) de su competencia (IBI, tasas municipales, impuesto sobre sucesiones y donaciones), (más que aquí). 
También tendrían los catalanes recién independizados un partido como la CUP, quizá seguido de otros de izquierda (soft lefties), aunque esto no es fácil de suponer, que tras apoyar al nuevo gobierno, le exigiría que hiciera todo lo contrario, pues su programa es nacionalista, sí, pero anticapitalista, laico, republicano, antieuropeísta, popular y favorable a los trabajadores y clase subalternas. 
Y además de todo esto, el nuevo gobierno del nuevo Estado tendría enfrente a la oposición de la derecha no nacionalista, españolista o unionista.
Se habría cumplido el sueño de los nacionalistas, Cataluña, como nación, ya tendría su propio Estado, pero sería un Estado sometido a las mismas tensiones que el español, pues los problemas son semejantes, o incluso los mismos, una sociedad afectada por los mismos recortes, escindida por las misma diferencias de renta y oportunidades, recorrida por una lucha política derivada de posiciones e intereses de clase (igual que aquí). 
Cataluña sería una nación, pero una nación dividida (me temo que sin multitudinarias Diadas unitarias), tan dividida o más que España. Y fuera de la Unión Europea.
Imagine and tell us.

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