sábado, 19 de septiembre de 2015

Refugiados sirios

El problema concierne, antes que a nadie, a los musulmanes, pues son musulmanes los que huyen de musulmanes, pero no en dirección a otros países musulmanes sin guerra y con ortodoxia más estricta (Arabia, Emiratos, Yemen o Irán), sino hacia la decadente e infiel Europa. En la zona chocan los intereses de Irán y de Arabia (sunníes y chiies) por imponer su hegemonía y lograr la umma, la comunidad de los creyentes. Esta sería una de las vertientes de la guerra dentro del Islám (la "fitna" de la que habla Gilles Kepel). Pero dentro de los sunnies hay otra guerra impulsada por los seguidores de las interpretaciones más extremas del Corán. Pero en ninguno de los casos, que yo sepa, hay una condena de las jerarquías (no hay "fetuas" de unos ayatolas contra otros y de unos contra otros muláhs), que parecen respetarse entre sí, mientras azuzan a sus seguidores para que se maten y los gobiernos los financian la yihad. A todo eso hay que sumar los diversos intereses del Occidente no musulmán, los de Israel y los de Turquía, por lo cual veo muy difícil una intervención concertada a corto plazo, así que no queda, por ahora, más camino que actuar para paliar los efectos dentro de Europa (prevención y atención a los huidos que buscan refugio). A no ser que alguien esté preparando en alguna parte una intervención contundente y unilateral, pero sé que Superman no existe.

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