jueves, 17 de septiembre de 2015

La izquierda que pudo ser

A propósito del artículo de Félix Ovejero "La izquierda que pudo ser" (El País, 17-9-2015, p. 11)
Comparto, en general, el sentir del artículo y desde luego su conclusión. A la espera de los resultados de las elecciones generales que lo confirmen o desmientan, pero posiblemente Podemos sea otro cartucho quemado (¿y van?) en la izquierda española. 
Admito, pues, lo del espacio político disponible, pero discrepo sobre las otras dos condiciones -proyecto común y militancia dispuesta-. 
La mejor expresión del proyecto común hubiera sido un programa político coherente y lo que hemos visto hasta ahora está a caballo de una almazuela, cobertor o patchwork, y la simple lista de la compra de procedencia local y regional, porque de la suma de ideas, reivindicaciones y medidas concretas no sale un programa político coherente. De resultas de lo anterior, el grado de militancia es muy variable y muy apegado a lo local, lo cual es sí no es malo, los círculos en unos lugares funcionan porque tienen detrás actividad social, en otros lugares languidecen como centros de discusión y asambleas interminables, en otros han desaparecido, pero como partido, como organización, Podemos es poco militante. Es más, desde su aparición ha decrecido de forma alarmante la movilización social de protesta, cuando debiera haber sucedido lo contrario si hubiera sido cierto que Podemos representaba esa movilización ciudadana huérfana de expresión política. Demasiada sensibilidad ante lo identitario pero muy poca en materia laboral y sindical. Parece que en el esquema general, casta/ciudadanos, ricos/pobres, arriba/abajo, queda poco lugar para las clases sociales.

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