La organización de empresarios catalanes Fomento de la
Producción Nacional, hoy Fomento del Trabajo Nacional, la organización patronal
más antigua de España, rindió, el día 9 de enero de 1875, un gran recibimiento
a Alfonso de Borbón, el futuro Alfonso XII a su llegada a Barcelona, la primera
ciudad española que pisó a su regreso del exilio.
Agradecido, el futuro rey visitó al día siguiente la sede
de la asociación, donde fue recibido por su presidente, Pedro Bosch Labrús, con
estas elogiosas palabras: “Bienvenido sea el rey de España, a esta mansión del
trabajo, donde sólo se respira moralidad y patriotismo”. A las que Alfonso de
Borbón, contestó con otras: “Me complace tanto más la felicitación que ustedes
me dirigen en nombre de la producción nacional, en cuanto conozco la
importancia de la de Barcelona, que es una de las provincias que más exportan y
ojalá las demás la igualaran”.
“Poco importaba en ese instante que su alteza no estuviera
muy al tanto de lo poco imbricada que se hallaba la economía catalana con los
mercados internacionales, y en particular su industria, nacida al calor de un
acusado proteccionismo arancelario que ni siquiera los aires librecambistas del
Sexenio habían conseguido atenuar. Lo importante en aquel momento fue la
comunión que se estableció entre los representantes de las élites económicas
del Principado y la persona que en ese preciso instante encarnaba los intereses
de la dinastía que había recuperado el trono –igual que lo había perdido- de la
mano de un golpe militar (…) Las expectativas no se iban a ver frustradas. Lo
que quedaba del siglo XIX, por lo menos hasta 1898, se reveló como una época de
verdadero esplendor y enriquecimiento para Cataluña.”
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