miércoles, 10 de febrero de 2016

Spain desde lejos

Apunta, nene:

Supongamos, por un momento, que soy francés, garçon francais, o inglés de Londón (an old angry man), o un perplejo ciudadano de Marte, que quiere conocer Spain, un país al sur de la OTAN. Por lo cual, abro el periódico (Le Picaró, The Chung Times o el Osservatore marciano) y me encuentro con que, de Spain, que sigue con un gobierno en funciones y mucho postureo de sus políticos, me brindan las siguientes noticias: que estando reciente el caso “Acuamed”, que implica al subsecretario de Presidencia y a la directora General del Agua, Pepote Ballester, ex director General de Deportes del Gobierno Balear, socio y sin embargo amigo de Urdangarín, y ahora distanciado de él por las cosas del destino, acusa a su ex socio, el ex duque empalmado, y al ex carcelado ex presidente Matas, de la trama urdida para desviar dinero de los servicios contratados con el gobierno autonómico hacia las arcas de Noos, asociación sin (presunto) ánimo de lucro legal. Un caso en que 18 imputados de la gama más alta de la “jet set” pueden ser condenados a más de 200 años de cárcel, aunque es posible que no lo veamos en Marte o en Londón (ni en Spain).
En el oasis catalán, Jordi Pujol, “español del año” 1984, según ABC, declara en catalán (si us plau), en la Audiencia Nacional sobre el misterioso origen de su patrimonio, pero su digna esposa se niega a hacerlo en cualquier idioma. “Cataluña no se merece esto”, dijo la doña cuando compareció hace un año en la comisión sobre el fraude, a la que CiU se opuso. Las palabras de Ferrusola tuvieron gran éxito de público, pues millones de catalanes la creyeron.
En el oasis vasco, un juzgado de Instrucción bilbaíno ha ordenado abrir un juicio oral contra Mario Fernández, expresidente de Kutxabank, por los supuestos delitos de administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental.
En la taifa valenciana, 14 concejales y ex concejales y 20 cargos de confianza  del ayuntamiento presidido por Rita Barberá han empezado a declarar en el juzgado de Instrucción como imputados por la adjudicación de contratos a cambio de comisiones ilegales (caso Imelsa) y blanqueo de dinero, encubierto en donaciones al Partido Popular. La ex alcaldesa de Valencia ha sido aforada por largo tiempo al ser incluida en la Comisión Permanente del Senado (Rajoy cumple), aunque no acude a la cámara alta, por si las moscas, pero no renuncia al sueldo. 
Dada la situación, se ha decidido refundar el Partido en Valencia para limpiarlo de corrupción, pero Isabel Bonig, la presidenta regional que debe acometerla, utilizó la Consejería de Infraestructuras para pedir donaciones para el partido, cuyos importes eran devueltos en billetes de 500 euros de ignota procedencia.
Como en todas partes cuecen habas, en Jerez (Xeres, Sherry, en Marte el término es desconocido) hay dos exalcaldes en la cárcel, Pedro Pacheco (Partido Andalucista) y Pilar Sánchez (PSOE), recién ingresada, mientras la justicia investiga a María José García Pelayo (PP), por contratos firmados con la trama andaluza de Gurtel.   
En la Audiencia Provincial de Madrid se sigue el juicio contra 15 acusados por el caso Madrid Arena, la fiesta de Halloween de 2012 celebrada en un pabellón municipal, en la que fallecieron cinco chicas a causa de una avalancha humana por no haberse respetado el aforo del local ni unas elementales normas de seguridad, honradez y celo municipal. También en la Villa y Corte, el actual equipo municipal ha decidido elevar a la fiscalía un informe en el que denuncia malversación de fondos en Mercamadrid, durante el mandato de Ana Botella.
No escapa el ejército español -lo más sagrado después de la Curia (que también tiene lo suyo con los niños)- al ambiente malsano de la corrupción. El Ministerio de Defensa ha paralizado el ascenso de 22 tenientes coroneles, por la existencia de presuntos delitos de cohecho, cobro de comisiones y manipulación de contratos.
No podemos saber qué resolverá la administración de la justicia en todos esos casos de corrupción política, pero se puede afirmar que no será ni tan rápida ni tan dura como lo han sido con los dos titiriteros, acusados de hacer apología del terrorismo en una sesión de su teatrillo, que, tras cuatro días en la cárcel, han sido puestos en libertad, con la obligación de presentarse diariamente en un juzgado y no poder abandonar territorio español, pues han sido privados del pasaporte. Unas precauciones que no se han tomado, por ejemplo, con Jordi Pujol, ni con Luis Bárcenas, privado de pasaporte pero exento de la visita diaria a los juzgados.
Si yo fuera francés, inglés de Londón o marciano llegaría a la conclusión de que Spain, como país está bastante podrido, pero que sus habitantes están hechos de una materia especial, semejante a la de un ciborg T-800, con un endoesqueleto de acero recubierto de tejido vivo, dotado de un cerebro de mosquito y alma grande pero de vaca, lo que les permite soportar estoicamente los desmanes de su clase dirigente. 
Si yo fuera marciano, no me movería de Marte.  

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