lunes, 15 de febrero de 2016

Hace tiempo que vengo al taller...

Apunta, nene:

... y no sé a qué vengo.

Rajoy lleva unos días, zarzuelero. Su arte, de expresión más bien estática, es el sainete, donde desempeña papeles de galán silencioso teniendo como pareja a la vice o a Cospedal, que suelen llevar la voz cantante, mientras él hace mutis en escena y huye por el foro en cuanto huele a los periodistas, porque tiene mucho que callar, aunque los periodistas tienen mucho que preguntar sobre lo que acontece en las taifas a la hora de hacer arqueo.
El papel de protagonista parco de verbo y de gesto -impasible el ademán-, largo tiempo ensayado como Don Tancredo, ha supuesto una auténtica renovación en la escena española, porque ha creado la figura del protagonista silente o galán plasma, duro papel de escaso lucimiento, que con frecuencia  confunde al personaje con los decorados, lo cual redunda en beneficio del segundo galán, el galán cómico, con que Floriano alcanza las cumbres más altas del poderío escénico.
En el Partido Popular tocan todo los palos, y manteniendo el astracán fallero en Valencia, es decir el exceso con mascletá, Rajoy abandona el sainete para acometer la representación de su vida, quizá su última aparición en público en el papel de galán, en una zarzuela crepuscular como las que montaría Sam Peckimpah si se hubiera dedicado a tales menesteres. Pero esta es, al mismo tiempo, una zarzuela sicológica, con un toque de Bergman, que revela, entre gritos y susurros de los suyos, la angustia existencial del protagonista escindido entre el hacer y el decidir, el no hacer o el hacer y el impedir que otros hagan lo que él no hace. En fin, un lío, porque la situación de no ser capaz de formar gobierno ni dejar que Pedro Sánchez lo intente, que estaría cercana al Lope de “El perro del hortelano”, Rajoy la resuelve asumiendo el papel de “Joaquín” en “La del manojo de rosas”, de Sorozábal.  
“Hace tiempo que vengo al taller, y no sé a qué vengo…” exclama Rajoy, porque cantar, lo que se dice cantar, no canta, salvo el gooool, de Cristiano Ronaldo. “Eso es muy alarmante. Eso no lo comprendo”, contestaría “Ascensión”, expresando el sentir de millones de ciudadanos, incluyendo muchos votantes del PP.
Rajoy no tiene programa ni candidato (es dudoso que pueda ser él), aunque tiene prisa: “España necesita un gobierno y lo necesita ya”, dice, apremiante, después de haber renunciado dos veces ante el Rey a formarlo, y de ahorrarse el esfuerzo de intentarlo: “Cuando tengo una cosa que hacer, no sé lo que hago.”

La respuesta la tiene “Ascensión”: “Pues le veo cesante, por tumbón y por vago”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario