domingo, 6 de diciembre de 2015

Rosa Parks

Con los dramáticos precedentes de los asesinatos de los miembros de la Asociación para el Progreso de la Nación de Color (NAACP), George Lee y Lamar Smith, en Misisipi, en mayo y junio de 1955, y del secuestro y posterior asesinato del adolescente negro Emmet Till, en el mismo estado, en agosto del mismo año, el día 1 de diciembre, la costurera afroamericana Rosa Lee Parks[1], miembro también de la NAACP, se negó a ceder a un hombre blanco el asiento que ocupaba en un autobús de Montgomery (Alabama), cuando, cansada de trabajar, regresaba a su casa. La única cansada era yo; cansada de ceder, dijo. 
En otras ocasiones se había negado a subir al autobús por la puerta de atrás, reservada a los negros, y el conductor la reconoció. Como otras personas que, en Montgomery, habían sido detenidas ese año por la misma causa -Claudette Colvin, en marzo, y Mary Louise May, en octubre-, fue detenida y condenada a pagar una multa de 14 dólares. Además perdió su empleo y más tarde tuvo de cambiar de domicilio a causa de las amenazas recibidas, pero su acto suscitó un boicoteo a la compañía de transportes, que duró más de un año y acabó con la segregación en el transporte público.
El boicot, promovido por la NAACP y llevado a cabo entre amenazas y coacciones de racistas blancos y de autoridades locales -hubo casi cien personas detenidas mientras duró-, dio a conocer públicamente la figura de Martin Luther King, y luego, al extenderse a otras ciudades como forma de protesta, suscitó las primeras movilizaciones a favor de los derechos civiles para la población de color.



[1]En 1996, Rosa Lee Parks recibió la medalla Presidencial de la Libertad y, en 1999, la medalla de Honor del Congreso. Falleció el 24 de octubre de 2005, a los 92 años de edad.

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