viernes, 22 de enero de 2016

Aron.Proletarios

Reflexiones que hoy día están fuera del discurso político.

“El proletariado en reposo, como ser objetivo, es pluralidad, dispersión conflicto internos, esclavización de las praxis libres no sólo ante el empresariado, sino ante el conjunto práctico-inerte en el que se insertan inevitablemente los innumerables individuos que lo componen. ¿Cómo podría ser de otro modo? Cada proletario nace en una condición que no ha escogido y se hace a sí mismo proletario, asume su condición objetiva; no ya porque haya perdido su ser libre sino porque no puede ejercer de otro modo su libertad.
Mientras permanecen dentro de las estructuras existentes, los proletarios tienen parcialmente un ser común pero están divididos, por las mismas divisiones de la sociedad entre las ramas de la industria o entre las unidades de producción.
Sólo en una empresa común las acciones individuales consiguen superar su aislamiento, sus rivalidades, su esclavización entre sí misma y ante el conjunto de lo práctico inerte. La empresa común es el proyecto colectivo, el fin único al que tienden las conciencias unidas en una misma voluntad. La cola de viajeros en una estación de autobuses simboliza los tipos de colectivos seriales, la muchedumbre que toma la Bastilla, los grupos. De un solo golpe cambia el sentido de los significados: el número, que en los colectivos provocaba dispersión, soledad, servidumbre, se torna factor de confianza, dinamismo de acción La muchedumbre que toma la Bastilla no tiene sino un alma, una fe y, por así decirlo, una conciencia (…) Así, la fusión de los individuos en una muchedumbre revolucionaria se convierte en el símbolo de una liberación colectiva”.   

Raymond Aron, en su crítica a J. P. Sartre: “La lectura existencialista de Marx” en Los marxismos imaginarios, Caracas, Monte Ávila, 1969, pp. 33-34. 

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