sábado, 15 de noviembre de 2014

Manifiesto nº 38



MANIFIESTO (Órgano político de la Unión de Marxistas Leninistas)
                         
Editorial del nº 38, junio 1978.

LUCHEMOS CONTRA LA CONSTITUCIÓN BURGUESA
  
1.El significado político de la Constitución
Dentro de la transición de la dictadura terrorista a la democracia burguesa, la elaboración y aprobación en las nuevas Cortes de la Constitución y el posterior referéndum para buscar la legitimización democrática, ocupan un lugar destacado en los planes de las fuerzas políticas burguesas y en los del reformismo burgués y el revisionismo.
Esta importancia política se deriva del carácter intrínseco que tiene la Constitución. Es decir, de lo que representa la Constitución dentro del régimen democrático burgués.
En primer lugar expresa la correlación de fuerzas presentes en la formación social española. Esta correlación de fuerzas se manifiesta tanto a nivel de las clases sociales, donde es claro el predominio de la burguesía, en la medida que explícitamente la Constitución reconoce el orden político, económico e ideológico capitalista, aunque este reconocimiento se encubre con los términos ideológicos clásicos de 'economía social de mercado', 'libertades individuales', etc y también se manifiesta la correlación de fuerzas dentro de las fuerzas políticas burguesas y los aparatos estatales.
La Constitución está saliendo a la medida de UCD fundamentalmente y defiende para el Rey, las Fuerzas Armadas y la Iglesia católica, como ejemplos de aparatos estatales de importancia, la institucionalización de su poder real dentro de la actual formación social. El mismo planteamiento de 'consenso' con que se está abordando su discusión en la Comisión Constitucional es una prueba de la posición favorable de la burguesía dentro de la correlación de fuerzas y de cómo el reformismo burgués del PSOE y el revisionismo del PCE están en una posición de fieles colaboradores de los planes burgueses.
En segundo lugar, la Constitución reglamenta, aunque sea de forma general, la lucha política dentro de los cauces de la democracia burguesa y es un marco jurídico importante para todas las fuerzas burguesas que así cuentan con criterios claros de referencia para su actuación política. Pero, al mismo tiempo que introduce y consolida la legitimización del orden democrático-burgués, es una muralla levantada contra la democracia obrera, es un instrumento represivo contra la lucha revolucionaria que no se sitúe dentro de la aceptación de ese orden burgués. Esto hace que la aceptación por parte del PSOE y del PCE de la Constitución supone una nueva toma de postura contra la vía revolucionaria.
En tercer lugar, la Constitución es un instrumento ideológico en manos de la burguesía, que plantea falsas libertades que no existen en la sociedad capitalista, porque las diferencias del poder económico y político entre las clases sociales anulan cualquier planteamiento igualitario. Por poner un ejemplo, la libertad de expresión que se reconoce formalmente, como si la utilización de la televisión, la radio, la prensa y tantos otros medios de expresión, fueran actos neutrales y abiertos a las posibilidades de todas las clases sociales por igual. O los derechos que se reconocen cínicamente, como el derecho a la vivienda o al trabajo. O el planteamiento sobre la independencia de la justicia, o el papel neutral de las Fuerzas Armadas. En este sentido la Constitución es un amplio resumen de posiciones ideológicas de la burguesía sobre el carácter neutral y fuera de la lucha de clases de lo que justamente son sus aparatos de dominación sobre el proletariado. El Rey, las Fuerzas Armadas, la Justicia, la Patria, la economía, el Parlamento, el Gobierno, etc, se teorizan dentro del pensamiento burgués, dentro de sus ideas falsas de instituciones y conceptos ajenos a los intereses clasistas y al servicio de los 'intereses nacionales' y esto con la colaboración y aprobación explícita del revisionismo.

2. Las tareas de los comunistas ante la Constitución burguesa
Dada la actual correlación de fuerzas y dentro de ella el actual nivel de conciencia de las masas, los comunistas nos encontramos en una situación donde la iniciativa política la tiene la burguesía. Este es un hecho que es objetivo y que nos guste o no debemos aceptar. De él hay que partir como uno de los aspectos que definen la actual situación política.
Ante las diferentes políticas, o mejor maniobras políticas, que la burguesía lanza para debilitar al proletariado y encerrarlo dentro de los planteamientos políticos de la democracia burguesa, es un deber inexcusable de los comunistas actuar “contra corriente” haciendo frente a esas maniobras para fortalecernos políticamente, para aumentar nuestro grado de vinculación política con los sectores avanzados de las masas y, por último, para neutralizar o debilitar, aunque esto de forma muy variable, la política burguesa dentro de las amplias masas. En este sentido, tanto la Unión de Marxistas-Leninistas como los Comités Obreros, en la medida que nos definimos como organizaciones políticas de vanguardia, debemos tomar una postura de combate ante esta nueva maniobra que el bloque burgués lanza contra el proletariado.
Como ha ocurrido en otras ocasiones, como en las elecciones del 15 de junio, nuestra política debe de ser oponernos casi en solitario a la política burguesa ya que el no hacerlo significa  o defender las posiciones democrático-burguesas o caer en el sindicalismo que no comprende la necesidad de unir la lucha económica y la lucha política y que no asume las tareas de vanguardia política.
Por ello lanzamos una campaña que debe combinar los diferentes aspectos de la actividad revolucionaria: estudio, agitación, propaganda, organización y movilización por un lado, y por otro debe combinar la campaña general con el trabajo local.
Estudio. Para combatir adecuadamente la Constitución burguesa debemos conocerla, seguir de cerca los debates constitucionales criticando e interpretando las diferentes posiciones que se están manifestando en las discusiones.
Agitación. Es necesario planificar campañas de agitación (oral y escrita) que denuncien entre las masas los diferentes aspectos de la Constitución, señalando el engaño al que se quiere llevar a la clase obrera dando su voto a una ley que defiende los intereses de la burguesía. En cuanto a los temas generales sobre los cuales debemos agitar, destacan:
- El Rey y la Monarquía. La Constitución, que apela en sus artículos iniciales a la soberanía popular, defiende la figura del Rey provisto de poderes excepcionales y fuera de todo control, declarándolo inviolable. Nosotros no pedimos que el Rey sea controlado por los tribunales burgueses, sino que denunciamos la farsa de la existencia de un poder político que se quiere presentar a las masas fuera de los intereses de clase.
Nuestra agitación en este punto debe ir dirigida a mostrar que el Rey es el representante político de los intereses capitalistas, su posición no es neutral y su papel es asegurar una reserva permanente al poder burgués, colocándolo por encima de las crisis coyunturales que se produzcan en los gobiernos burgueses.
- Debemos denunciar el conjunto de falsas libertades, derechos y falsos conceptos burgueses como son: libertad, justicia e igualdad; soberanía popular; derecho a la educación; derecho al trabajo; derecho a la vivienda; derecho a contribuir a las cargas presupuestarias; libertad de expresión, reunión; patria, etc, etc.
- Debemos explicar cómo la Constitución es una defensa del orden capitalista en su vertiente económica con la defensa de la propiedad privada, la economía 'social de mercado', etc.
- También son temas de agitación los planteamientos que introduce la Constitución de Estado de excepción, las funciones del presupuesto estatal y la supuesta independencia de la justicia.
Todo lo anterior constituyen orientaciones generales que en la práctica se irán concretando y combinando con las condiciones concretas de cada frente de lucha.
Organización. Aunque la señalemos como actividad separada, está ligada íntimamente a las otras. Así en las tareas de estudio, agitación, propaganda y movilización existe una componente organizativa que exige prestar atención para utilizar todas las fuerzas al máximo, para actuar como una fuerza organizada y no como individuos o núcleos aislados, y par aumentar los efectivos en los diversos niveles organizativos. No debemos olvidar que tanto para influir sobre las masas como para fortalecernos políticamente es imprescindible una posición correcta en el terreno organizativo.
Movilización. Las tareas de movilización se aplican en cada nivel organizativo y se concretan, por tanto, en formas distintas de movilización, según nivel político y según la fase en que se encuentre la campaña. De cara a las amplias masas el objetivo es conseguir la abstención en el referéndum constitucional, pero esto como culminación de la campaña y, por tanto, en el intermedio las formas de movilización se concretarán en las diversas tareas que impulsemos (charlas, coloquios, asambleas, etc).

¡ ORGANICEMOS LA LUCHA CONTRA LA CONSTITUCION BURGUESA !
¡ BOICOT A LA CONSTITUCION QUE DEFIENDE AL CAPITALISMO Y ENGAÑA AL PUEBLO !

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