miércoles, 14 de noviembre de 2018

Constitución, 40 años. Blanco Valdés


“Los nacionalismos contra la Constitución
El texto de 1978 dio lugar a la apertura de un proceso de reforma de la estructura del Estado que supuso una auténtica revolución territorial. Con un único precedente, frustrado por la caída del régimen, durante la II República Española (el denominado Estado integral), el sistema autonómico no sólo se generalizó en el conjunto del país tras los acuerdos políticos de 1981 y 1992, sino que avanzó a una gran velocidad, de modo que la descentralización acabaría dando lugar a la construcción de un verdadera sistema federal. Tal constatación no sólo hace difícil de entender que algunos vean en una supuesta ‘reforma federal’ la solución a los problemas planteados por los nacionalismos vasco y catalán desde el inicio de la descentralización, sino que convierte sobre todo en totalmente incomprensible la propia existencia de una constante reivindicación nacionalista de más autonomía. Las cosas se han desarrollado de modo tan paradójico que, contra todo pronóstico, a medida que avanzaba el autogobierno de Cataluña y del País Vasco se iban haciendo allí más radicales y perentorias y no menos, como habría sido de esperar, las exigencias de sus instituciones respectivas a favor de mayor descentralización.
Tal reivindicación acabaría evolucionando hacia una ruptura radical con el modelo autonómico que dio al País Vasco y a Cataluña un poder político muy superior al que tienen en su manos la mayor parte de las unidades políticas de los Estados federales”.

Roberto L. Blanco Valdés: “Constitución de 1978: ¡Feliz cumpleaños!”, en Claves nº 261, Noviembre/diciembre, 2018.

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