Good morning, Spain,
que es different
Hoy, “El País”, el periódico global, trae una portada distinta,
original, inaudita: es el anuncio de un banco, que continúa en la última. En
otras ocasiones ya había vendido la contraportada a otros anunciantes, pero
reservar la primera plana –la sagrada “Primera plana” de Billy Wilder- a un
banco, creo que es un hecho nuevo, un evento. Es un banco catalán, no sé si
esto añade algún matiz al reconocimiento de que quién paga, manda. Es como un colocar
un gran titular: aquí manda el capital, cosa que no es nueva, y que la
información se subordina a lo dispuesto por el amo.
Dentro, claro, el diario recobra su apariencia normal, pero
la gran noticia del día está en esa portada que es una declaración de
intenciones, la rendición sin condiciones de un diario que nació con la
Transición, ayudó a nacer y a mantener el régimen democrático y hoy agoniza con
él.
El diario se ha ido escorando hacia la derecha, siendo
menos incisivo y orientado cada vez más
por ideas y “valores” (desvalores) neoliberales y sirviendo de medio difusor de
los mismos, expresado no sólo en la reorganización de las secciones y la
publicación de suplementos, sino en el contenido de los artículos, desde los
más inanes a los más talentosos.
Es continuo el elogio de los emprendedores de buena familia
y apellido sonoro y la promoción de triunfadores, ellos y ellas, en las más
diversas actividades relacionadas con la moda, el diseño, las pasarelas, la música,
el arte, la cultura.
Mientras el diario languidece en información y sobre todo
en opinión, a causa de la depuración de los colaboradores más críticos con el “establishment”,
aunque aún quedan algunas buenas firmas, la dirección dedica recursos humanos y
dinero a publicar suplementos, algunos
de ellos auténticos catálogos publicitarios, y otros que no valen lo que pesan.
En fin, un gran diario que fue, que no escapa a la crisis
general que padece el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario