jueves, 28 de abril de 2016

Otegui en Bruselas


A propósito de un post de F. Ovejero sobre al vista de Otegui al Parlamento europeo arropado por IU y por Podemos.

Ahí arriba (País Vasco) se parte de un terreno abonado, no ya por el carlismo y por el nacionalismo de Arana, sino de un error mucho más reciente, y que es el trato preferente dado a los partidos nacionalistas durante la Transición, como si hubieran sido las únicas o las pero tratadas víctimas de la dictadura, olvidando, en el caso muy flagrante en el País Vasco, de las facturas que tenían pendientes los gobiernos autonómicos históricos con el Gobierno de la II República. 
Pregunta, seguramente tonta: ¿Qué debía a los nacionalistas el Estado democrático de derecho que se estaba configurando tras la muerte de Franco? 
Parecía que el Estado, y el resto de los españoles en general, les debieran algo a los nacionalistas cuando debía ser al contrario. ¿Acaso no había intentando la Generalitat fundar de modo unilateral, aunque por pocas horas, un Estado independiente del de la II República? ¿Acaso no se rindieron por su cuenta los nacionalistas vascos a los italianos dando por concluida la guerra y dejando en la estacada a la II República? 
Gestos muy feos, que los nacionalistas han enmascarado a base de reescrituras de la historia y toneladas de propaganda. Y ahora a ver quién desmonta eso.

No entiendo por qué lo pasean, por qué lo avalan, por qué lo exhiben. Puede que el inmediato objeto sea captar algunos votos en el País vasco, pero, en general, para la izquierda es nefasto el giro al soberanismo. IU tiene la experiencia de la escisión de Oscar Matute en Ezker Batúa. Y antes la de Lertxundi.

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