jueves, 28 de julio de 2016

Falsos autónomos

A propósito de un comentario de Carmen Vidal a la noticia de que Pablo Echenique (Podemos) ha tenido un empleado sin contrato. 

No tiene disculpa. Si tiene un asistente, secretario o lo que sea, que trabaja para él, debe darlo de alta como trabajador, y si trabaja para el Partido, pues el Partido. Si no hay coherencia entre la conducta privada y el comportamiento político, no hemos avanzado mucho en la regeneración política de este país. Y además es un error táctico de principiante.

Si iba una hora, hacía como muchas asistentas, que cuando son empleadas del hogar tienen contrato y cotizan a la seguridad social. Y cuando no es así, cobran en negro de unos empleadores que defraudan. Con la reforma laboral no hay escapatoria, porque la gama de contratos es infinita. Pero hacen falta que los empleadores quieran.

Si de cada trabajador hacemos un autónomo, un empleado por cuenta propia en vez de un empleado por cuenta ajena, hemos llegado al éxito del neoliberalismo, pues todos seremos empresarios y nos entenderemos en un mercado -libre (¿libre?)- como empresarios. Se acabará entonces la protección estatal, la seguridad social, las pensiones y la sanidad públicas, etc, etc, todo será privado y como empresarios privados tendremos podremos elegir entre distintas compañías privadas sin la molesta tutela del Estado. Desaparecerá el desempleo de las estadísticas y también el subsidio de paro. Habremos pasado del Estado mínimo al Estado socialmente inútil.

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