lunes, 19 de marzo de 2018

Cambó y el fascismo


“Sin embargo, de forma paulatina va a aumentar el número de quienes encuentran en el fascismo una serie de rasgos asumibles por naciones marcadas por la inestabilidad política, aunque esto no signifique que el modelo italiano deba ser trasladado a España tal cual. Una de las argumentaciones mejor construidas al respecto se la debemos a Francisco Cambó, figura señera tanto del conservadurismo español como del regionalismo catalán.
La figura de Cambó nos interesa especialmente porque de su pluma salieron una serie de artículos que fueron publicados en los diarios “La veu de Catalunya” (Barcelona), el órgano oficioso de la Lliga Regionalista, y “El Debate” (Madrid) y luego recogidos en el libro “Entorn del feixisme italiá. Meditacions i comentaris sobre problemas de política contemporánia” (Barcelona, 1924), que apareció en castellano un año después (…) Lo cierto es que la opinión de Cambó respecto al fascismo italiano fue algo más favorable de lo que refleja en sus Memorias (…) Cambó expresa su opinión, absolutamente favorable, acerca del año y medio de gobierno fascista: es <para orgullecer a cualquier gobierno> y <de un valor positivo indiscutible>. El punto de referencia es el contraste en lo percibido entre el primero y el segundo de los viajes a la península italiana:
<Visité Italia en 1920, cuando la descomposición nacional culminaba en la ocupación comunista de los municipios y de las fábricas, ante la abstención impotente del Estado y la cobarde resignación de la burguesía. La visité de nuevo en marzo de este año, en vísperas de las elecciones, cuando todo un pueblo, lleno de entusiasmo y gratitud, se apercibía a consagrar con un plebiscito brillante, no una ilusión y una esperanza, sino la realidad tangible de una obra realizada> (F. Cambó: En torno al fascismo italiano, 1925).
Lo que aplaude Cambó es el nuevo fascismo, el fascismo de 1922 no el de 1919, el fascismo <nacional y conservador>, al que presenta como todo lo contrario de lo que pensaba y predicaba Mussolini cuando expresaba un pensamiento propio, antes de convertirse en condensador o realizador de ideas ajenas> (…) Siguiendo a Cambó, a partir de 1920, la burguesía, la oficialidad del ejército, los intelectuales, el clero, la burocracia sienten la inminencia del peligro comunista y se entusiasman con la acción de las milicias fascistas.”

Rodríguez, Jiménez, J. L. (2000): Historia de Falange Española de las JONS, Madrid, Alianza.  

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