sábado, 7 de marzo de 2020

Sardá. Notas de lectura


Joan Sardá, en La política monetaria y las fluctuaciones de la economía española en el siglo XIX (editada en Madrid en 1948 y reeditada en Barcelona, por Ariel en 1971), explica la crisis triguera a partir de los años setenta del siglo XIX: 
A consecuencia de la baratura del transporte marítimo combinada con el costoso transporte interno, resultaba más caro enviar trigo por tierra desde las regiones del centro a Barcelona que importarlo por mar de Odesa o de América. De este modo, aquellas regiones perdieron el mercado periférico ante el trigo importado que abastecía a gran escala la industria harinera de Barcelona.

Aquí estamos ante una opción del sector librecambista de la burguesía catalana, que favorecía a la periferia de la costa, y en concreto a Cataluña, en detrimento de las regiones del interior -la meseta y zonas cerealeras-. Unos años después, el sector textil solicitó medidas proteccionistas al gobierno central para gravar con altos aranceles la importación con el fin de no perjudicar la producción catalana, con lo cual el resto del país no pudo beneficiarse del precio más bajo de tejidos extranjeros, preferentemente ingleses, y pagó los precios impuestos por el oligopolio catalán.

Nota para los CDR y otros iletrados:
Joan Sardá (1910-1995), fue un economista, profesor en varias universidades nacionales y extranjeras, asesor del Banco Nacional de Venezuela y de la Comisaría de Banca y Ahorro de la Generalitat durante la guerra civil. En 1956 pasó a dirigir el servicio de estudios del Banco de España y fue uno de los promotores del Plan de Estabilización de 1959, que marcó el cambio de rumbo desde la etapa de autarquía al modelo de desarrollo de los años sesenta y setenta –“el milagro español”-. Fue miembro del Banco Mundial y del FMI, consejero del Banco de España y desde 1968 miembro del Instituto de Estudios Catalanes. Fue miembro también de la Real Academia de Ciencias Económicas, de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Recibió la Cruz de Sant Jordi, la Medalla de Oro de la Generalitat y el Premio Rey Jaime I de Economía.
Tenemos, por tanto, a dos prohombres catalanes, señalando la modernización de la economía española en los años sesenta y setenta de la dictadura: Joan Sardá, desde el Banco de España, y Laureano López Rodó, como comisario y luego ministro de los Planes de Desarrollo Económico y Social (1964-1967; 1968-1971; 1972-1975), que siguieron al Plan de estabilización de 1959.

Pues hala, nenas y nenes, a leer.
    

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