jueves, 14 de marzo de 2019

Chávez 2

No, fray Luis, no me contesto, porque no tengo respuesta, sólo apunto dudas. Y distingo entre caudillos y dirigentes. En el caso del caudillaje, lo más destacado es la relación directa e inmediata entre el caudillo y las masas, entre el caudillo y el movimiento; cuando las cualidades intelectuales, morales o la oratoria y la presencia física -el carisma- son lo decisivo y se imponen sobre los intermediarios, -órganos colectivos, partidos, organizaciones de masas, etc-, que en caso de existir, que no es siempre, lo hacen en función de interpretar la voluntad del líder. Los casos del partido nazi y del partido fascista italiano son ejemplos de que existe el partido como una máquina e incluso el ejército para ejecutar de manera eficaz y por encima de obstrucciones las directrices del líder, que es lo indiscutible (lo sabe todo mejor que nadie, interpreta los que las masas quieren de verdad y señala el luminoso destino de la nación, etc). El PCUS con Stalin también degeneró en caudillismo; el partido era un mero apéndice de la cambiante voluntad del secretario general; el programa del Partido contaba poco ante las indiscutibles decisiones del máximo dirigente. 
Nosotros, en proporción más modesta, tuvimos un intento de instituir un caudillaje en la figura de Mendiluce, que anulaba los órganos del Partido Verde y sometía la decisión colectiva a la opinión del líder. En el caso de la revolución rusa, no cuando dejó de serlo, había dirigentes (muchos), pero había partido, muy vivo, con muchas discusiones internas, dividido a veces, pero partido, y había organizaciones populares, los soviets. Pero me parece que en la caso de Venezuela todo eso no existe; el partido, al menos en lo que yo conozco, que es poco, no aparece, o aparece muy poco: sólo ha habido un gran protagonista, que ha sido Chávez, y los militares, detrás, en una especie de socialismo castrense y las afines organizaciones "bolivarianas". Con sus méritos, eso es innegable, pero también con sus deméritos, porque cuando falta, la dirección carismática es muy difícil de reemplazar.  Y eso ha ocurrido con la muerte de Chávez; ya veremos lo que sucede con su sucesor.

Saludos
Fray Pepe
Para Colectivo Red Verde, 13/3/2013. 

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