No creo que haya en nosotros tanta desgracia como vanidad, ni tanta malicia como tontería. No estamos tan llenos de mal como de inanidad, ni somos tan miserables como viles.
Montaigne (1588): “L. De Demócrito y Heráclito”. Ensayos
(I), Barcelona, Orbis, 1984, p. 247.
No hay comentarios:
Publicar un comentario