viernes, 24 de marzo de 2017

¿Ultima crisis?


Recién llegado, me he topado con un montón de correos sobre IU, que tenían como uno de sus centros el texto que remitía Carmen <<El final de una etapa política>> (¿Dónde se ha publicado y cuándo?), que voy a comentar. En primer lugar, parece que se trata de la reclamación de un sector más joven de IU para acceder al poder máximo (de IU y del PCE) y desplazar del mismo a la vieja o viejas generaciones que hicieron la Transición, y parece justa su reclamación al querer desplazar a “los viejos”, a la vista de los resultados de los últimos años (demasiados) de su gestión.
Como de IU lo ignoro casi todo, desconozco la representatividad de los firmantes y no sé si se trata de una expresión de la lucha entre generaciones, en el viejo sentido de que hay algo que les une debido a su edad, o de una lucha por el poder que responde a otras tensiones (centro/periferia/ o centro y organizaciones federadas o cualquier otra), aunque los firmantes sí se reclaman de un sector en el que se tiene en cuenta la edad. 
Hay algunas pistas que me inducen a pensar que se trata de gente más joven (no sé si representativa de toda la gente joven). Una de ellas es el lenguaje que parece más radical pero en realidad es muy ambiguo y hasta dogmático. Está plagado de aseveraciones que parecen sacadas de un catecismo político, por ejemplo: “En Democracia (¿por qué con la d mayúscula?) no caben antiguallas como la Monarquía (idem)”. ¿En cuáles? En Inglaterra, la más antigua, en Dinamarca o en Holanda, parece que sí caben. Y en Suecia, que es de las más avanzadas socialmente, pues también. En todo caso, hoy, en España, el problema político está en lograr que la monarquía pierda los apoyos sociales de que dispone: es decir, que pierda legitimidad; pero lo seguro es que quien ha perdido (y sigue perdiendo) legitimidad es la izquierda que cuestiona a la monarquía. 
Otro ejemplo: “Para hablar de democracia es necesaria la garantía plena de los derechos sociales y económicos a la misma altura que los derechos individuales y políticos”. Es una teoría nueva que debería explicar antes que nada que entiende por “garantía plena”, etc, etc. Esos jóvenes están señalando un problema o una tensión que efectivamente existe en los actuales regímenes democráticos, pero lo resuelven con un axioma; es decir, no lo resuelven, ni siquiera lo plantean correctamente para poder resolverlo. Por otra parte, y siguiendo con el tema de los derechos, me parece que ignoran la dificultad, no ya práctica, sino teórica o jurídica, de cohonestar derechos individuales y derechos de clase. Marx hizo una crítica muy severa a los Derechos del Hombre y del Ciudadano, pero se quedó en la parte negativa, la parte positiva de los derechos de clase del proletariado apareció esbozada en diversos escritos y quizá pensó dejarla para una obra sobre el Estado que pensó abordar cuando acabase El Capital. Pero sabemos que esta obra tampoco la completó. Lo cierto es que el desarrollo práctico del “socialismo real” no ha resuelto ese espinoso problema, que para mí es uno de los principales de la teoría sobre el Estado, la ciudadanía y la democracia que tenemos pendientes. En Italia, Bobbio avanzó bastante en esa línea, pero no sé si estos cachorros se refieren a eso; me parece que más bien no.
Hablan del modelo neoliberal como si fuera una realidad y además una realidad homogénea. El modelo neoliberal es una teoría que se trata de aplicar, con más o menos acierto (la habilidad y la capacidad de los gobernantes también cuentan) y con más o menos resistencias, en muchas partes del mundo. Y en Europa (en la UE, al menos) choca con las estructuras del Estado del bienestar, que cambian también de unos países a otros.
Se inventan una situación de crisis constitucional (eso también da una idea de su juventud): La Constitución del 78 sufre una profunda crisis, escriben, seguramente a consecuencia de lecturas mal digeridas de escritos de Carod y de Ibarretxe.
Y la opinión sobre Europa me parece un fárrago poco afortunado. Entiendo lo del nuevo modelo de Estado: republicano y federal, pero lo de solidario no sé qué pinta ahí. En cuanto a la democracia participativa, término muy en boga, me lo tendrán que explicar los teóricos, porque la democracia es en sí misma participativa; a no ser que por ser originales (y atendiendo a ese público antiglobalizador o alter globalizador) quieran meter ese adjetivo sin saber muy bien de qué va. En todo caso, abunda en lo dicho: demasiadas palabras presuntamente rimbombantes que quieren decir poco. No conozco al candidato que proponen, pero me gustaría saber si comulga con esas inconsecuencias.
El texto es interesante porque indica, sin pretenderlo, que la indigencia teórica es una de las causas de la crisis política de IU.
Saludos

Fray Pepe.

Para: Colectivo Red Verde. 14 de septiembre de 2004.

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