ETA ha decidido entregar las armas. Ya era hora. Ahí va una breve antología de frases no célebres, que son un monumento a la ignorancia, a la mala memoria, a la prepotencia y a la mala fe.
No hemos quemado y destruido banderas rojo-amarillas por ser franquistas,
sino por españolas, porque no podemos tolerar ese símbolo extranjero -lo
español es extranjero en Euzkadi- en nuestra patria ocupada; más claro aún: la
bandera rojo-amarillo-morada (no conocemos otras banderas españolas) es para
nosotros tan símbolo extranjero como la rojo-amarilla... y la destruiremos (en
Euzkadi, naturalmente, ¡allá los españoles con sus banderas en España!) si
llega el caso. (Zutik,
1962).
Hace falta que el pueblo vasco se rinda a la evidencia, de una vez por
todas, de que Euskadi, es decir, nosotros, nos hallamos en estado de guerra con
el ocupante extranjero por obra y gracia de éste, no nuestra; estado de guerra
que no cesará hasta que la última pulgada de nuestro territorio nacional se
haya liberado (“Diálogo o violencia”, Zutik nº 17, 1963).
La
historia nos ha enseñado a no fiarnos del español opresor, sea cual sea su
sistema o color: Por ello, para nosotros, vascos, todo sistema español en
Euzkadi es una opresión extranjera, sea este sistema monarquía, república,
dictadura, democracia capitalista o república democrática (Zutik
nº 18, 1963).
No somos ni españoles ni
franceses, somos vascos. Hemos decidido hacernos con un autogobierno nacional,
a través del cual la Etnia vasca disponga de sí misma, libremente y de una vez
por todas, sin injerencias del extranjero; y se establezca una verdadera
democracia política, económica y cultural. Nada ni nadie nos apartará de este
camino (“Manifiesto al
pueblo vasco”, enero, 1964).
Nosotros, en 1964, no
pretendemos más que recoger la antorcha y continuar el camino. Suponemos que
los héroes de 1936-37 no pidieron permiso a sus mayores para luchar, sufrir y
morir. No pensamos hacer menos. Y que nadie se haga ilusiones: igual que
entonces, hace falta ahora luchar, sufrir y morir.
(“Carta a los vascos de buena fe”, Zutik
nº 22, abril, 1964).
Del pueblo tiene que
partir la acción que demuestre al opresor que su derecho de conquista no es
aceptado (…) De ahí que el pueblo colonizado no tenga otro camino que los
medios ilegales. Por eso, en la práctica es legal lo que tiene fuerza. No
querer reconocer este axioma es vendarse los ojos voluntariamente.
El oprimido deberá forzar
para que su Derecho sea reconocido. Habrá de crear y hacer reconocer su propia
legalidad por la fuerza de las armas. A la legalidad hispana o gala anteponemos,
nosotros, la vasca. Pero no con declaraciones platónicas (que, por otro lado,
el Sr. Leizaola y compañía vienen haciendo
desde hace más de 25 años), sino con plastic y metralleta, precedidos y
acompañados por toneladas de propaganda. (“La insurrección en Euskadi”, 1964).
La etnia vasca es una
colectividad humana que ha desarrollado una serie de respuestas culturales
específicas y diferenciadas en relación a las otras etnias. Como base de este
sistema cultural está la lengua vasca, el euskera, útil de trabajo
infraestructural de trascendental importancia. Cuando se desarrollan los
factores objetivos de la etnia, ésta toma conciencia de sí misma y deviene en
nación (Vª Asamblea,
1967).
Aunque no les guste,
tendrán que ir a una negociación tarde o temprano y nosotros siempre hemos
dicho que estamos dispuestos a sentarnos en una mesa y buscar una salida
negociada en el sentido de la alternativa KAS.
(Txomin
Iturbe Abasolo, Egin, noviembre,
1986).
Recae sobre los poderes
reales del Estado la responsabilidad de todos los costes materiales y humanos
generados por la dilatación en abrir un proceso negociador que desemboque en un
alto el fuego, que ETA por su parte ha ofrecido unilateralmente, consecuencia
de la culminación de estas negocia-ciones en base a la Alternativa KAS y del
reconocimiento efectivo de nuestra soberanía nacional.
(Comunicado
tras el atentado de Hipercor, Egin,
julio de 1987).
En nuestro Pueblo no tiene
cabida nadie que tenga por objetivo la desaparición de la lengua vasca. Los
enemigos del euskera no tienen derecho a vivir en nuestro pueblo (Comunicado, 1998).
Nuestro
pueblo se encuentra en situación de emergencia y existe la imperiosa necesidad
de conseguir lo que se le debe y lo que es suyo (...) España y Francia vienen
hacia nosotros con la absoluta determinación de aplastar definitivamente a
nuestro pueblo
(Comunicado, septiembre, 2002).
El pueblo más antiguo de
Europa, Euskal Herria, está vivo, porque sus ciudadanos lo hemos mantenido vivo
durante siglos a través de la lucha contra los opresores, para que un día, en
paz y libertad, pueda elegir su lugar en el mundo (Comunicado rechazando el Plan Ibarretxe,
diciembre, 2002).
Hoy
día, transcurridos 25 años, la crisis en la que se encuentra inmerso el marco
político de la reforma española es más clara y profunda que nunca. Y podemos
afirmar que ha sido la lucha de estos dos pueblos por su liberación la que ha
provocado esa crisis: Euskal Herria y Cataluña son las cuñas que están haciendo
crujir el caduco entramado del marco institucional y político impuesto.
(Declaración de tregua en Cataluña, marzo, 2004).
Nuestra estrategia político-militar ha
sido superada por la represión del enemigo contra nosotros (...) Esta lucha armada que desarrollamos hoy en día no sirve. Esto es
morir a fuego lento (...) No se puede desarrollar la lucha armada cuando se es
tan vulnerable a la represión. (Carta a ETA, desde la cárcel, de varios
dirigentes (Pakito, Makario, Pedrito, Iñaki de Lemona), noviembre, 2004).
Todos los mandatarios
españoles han quedado en el camino y la lucha del pueblo vasco siempre ha sido
la piedra angular que ha contribuido a su propio fracaso y a mantener abierta
permanentemente una profunda crisis política en el Estado español (…) Es
evidente, también, que el proyecto español basado en la negación y el
sometimiento de los pueblos ha fracasado.
(Comunicado,
junio, 2006).
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