Good morning, Spain, que es different
Jorge,
Jorge. Que te vas. Tu buen corazón y tu empeño juvenil te llevan por caminos
más propios de la lírica.
Aquí,
nadie ha propuesto convertir los pensamientos en delitos; entre otras cosas,
porque es imposible, pero dejando eso, vamos a lo que verdaderamente tiene interés
discutir. Que el pensamiento sea libre y no deba perseguirse a quien piensa de
determinada manera no quiere decir que todas las ideas deban tener las mismas
facilidades para divulgarse.
Eso
forma parte del tópico de lo políticamente correcto de que todas las ideas son
respetables. Pues no; todas, no.
Personalmente
creo que, por quedarnos en el ámbito político, hay ideas que son repugnantes y
que es mejor que no se divulguen, porque si bien es cierto que las ideas no
delinquen sí pueden inspirar actos que sean delictivos. Hay ideas encanalladas
que inspiran conductas que son canallescas.
No me
merecen ningún respeto quienes tratan de engañar a la gente con ciertos
proyectos; ni me lo merecen quienes un día tras otro sueltan sandeces de a
kilo; los soporto, ¡qué remedio me queda!, pero sus ideas no me merecen
respeto. Ni tengo interés en que, por ejemplo, se difundan las ideas de los
rapados de ultra sur, del frente atlético o de tipos de parecida ralea, porque
suelen alentar actitudes que son lesivas para el resto de las personas. Como no
encuentro respetable que haya ciudadanos que tengan el proyecto de meter a
otros en campos de exterminio, en cámaras de gas o en hornos crematorios, aunque sea con la “saludable” intención de
mejorar la raza.
Tendré
que soportar que haya quien piense así, incluso que se publiquen revistas y
cosas por el estilo con tales ideas, pero no alentaría su difusión para mejorar
la democracia y la pluralidad de pensamiento (suponiendo que eso sea “pensamiento”).
Lo siento, pero no comparto esa visión angelical del mundo. Yo no estoy en
posesión de la verdad absoluta, ni siquiera relativa, pero hay otras pretendidas
verdades que, aunque sean relativas (y que curiosamente no se presentan así),
me producen pavor.
Y
volvemos otra vez al asunto del epígrafe -Muguruza-, en el que compruebo con
preocupación como un hecho que merece justa reprobación desde un sector de la
izquierda, no levanta tanta alharaca cuando se trata de lo contrario. Y es que
casos como el de Muguruza, pero al revés, se producen en Euskadi mil cada día,
pero sin tanta publicidad. Pero ante esa ley del silencio cotidiano, ante esa
burla de la democracia y de la libertad (de los otros), ante esa imposibilidad
de opinar de forma contraria al nacionalismo impuesta por los de la capucha y
por sus amigos, en la izquierda decimos poco. Y esa situación no es de ahora,
ni debemos echar la culpa a Aznar como coartada.
No nos
engañemos, porque viene de hace muchos años atrás. Y hay que recordar que,
desde el fin de la dictadura franquista, en el País Vasco sólo ha gobernado la
derecha nacionalista vasca y ningún otro partido; no ha habido alternancia, así
que hay que dar menos crédito "a la opresión española", porque en
Euskadi gobiernan los inventores del nacionalismo desde hace décadas.
Mi
preocupación es que casi de manera natural, sin pestañear, ante casos
lamentables como el de Muguruza, en la izquierda se responde de manera comprensiva
o solidaria como un resorte, mientras que ante cosas y casos más graves y más
frecuentes se hace un prudente mutis.
Sin ir
más lejos, el sábado un grupo de energúmenos pegó fuego a la sede del PSOE en Rentería,
y además ardieron unos coches que estaban aparcados delante. Es la 27ª vez que queman
esa sede. Y anteayer, otro grupo (o el mismo) arrojó tres cócteles molotov
contra el domicilio de un concejal del PP.
Bien,
yo creo que eso es más grave -aunque todo es opinable- o al menos tan grave
como la petición de que no cante Muguruza, y hasta ahora no he visto una propuesta de ningún grupo de izquierda en
favor de los socialistas de Rentería o en defensa del concejal del Partido Popular.
Y si somos tan angélicos y estamos tan preocupados por la libertad de
expresión, deberíamos decir algo.
Yo
estoy de acuerdo en adherirnos al escrito de solidaridad que propone el Foro
Social para que cante Muguruza, pero sugiero que se proponga extender la
solidaridad y defender la libertad de expresión a los dos casos mencionados. Y que
esperemos a ver qué pasa.
Saludos.
10 de
septiembre de 2003
Para Colectivo
Red Verde]
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