jueves, 14 de mayo de 2015

Lógica de cretino

Good morning, Spain, que es different

Rajoy ha vuelto a mostrar sus escasas dotes de orador y al mismo tiempo su destreza en el uso de una lógica implacable. Ha sido el día 12 de mayo, en Talavera, tierra de alfareros, donde comenzó su perorata aludiendo al tópico del lugar y advirtiendo a sus seguidores para que prepararan sus neuronas, porque, desde el principio, su discurso iba a ser rigurosamente racional, cartesiano.
“La cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera, es cosa mayor”. Pasmo entre los talaveranos por la contundencia de un razonamiento que, por boca de un foráneo, les venía a descubrir el arte de dar forma y color a la arcilla y al barro pajizo al que deben su industria y su fama desde hace siglos.
Sentada la premisa -lo que no es cosa menor es cosa mayor-, Rajoy dejó constancia de que no se había desplazado hasta allí para hablar de botijos y decidió meterse en harina con valentía para hablar de política, porque cree, ingenuamente, que es lo suyo. De entrada, hizo una preliminar distinción sobre los diferentes gobiernos: "No es lo mismo que gobierne uno que gobierne otro. No es lo mismo. Dicho de otra manera: es muy distinto".
Más pasmo entre los talaveranos presentes, que aplaudieron a rabiar, porque el Líder venía a confirmar lo que ellos ya habían intuido. Parece evidente, pero el mensaje tiene su intríngulis, pues Rajoy, que sigue el lema de instruir deleitando, enunció una ley general para que cada cual sacase después las conclusiones pertinentes con los gobiernos de sus preferencias. Rajoy, utilizando el método socrático, lanzaba la idea que debía ser completada por cada uno de sus seguidores para que el conocimiento de la realidad se alcanzase de forma mayéutica. Era un mitin participativo, en el que los oyentes ponían de su parte lo que no ponía el orador. La imaginación al poder.  
Viniéndose arriba, decidió abundar en el tema del gobierno y en las dificultades que conlleva servir a España desde La Moncloa, lanzando esta andanada llena de verdad: Gobernar no es lo mismo que intervenir en una tertulia, no es lo mismo. Es difícil, hay que tomar decisiones, tener las ideas claras, saber cuáles son los objetivos, hay que priorizar”.
Algún crítico precipitado podría señalar que eso, precisamente eso, es lo que le falta a él, empezando por las ideas claras y terminando por los objetivos, pero se equivocaría, porque Rajoy tiene larga experiencia en el tema de decidir. En otra ocasión ya había expresado la complejidad de su pensamiento sobre el asunto con una frase memorable: “Las decisiones se toman en el momento que deben tomarse”. Matizada, también, cuando saltó a la opinión pública el asunto de Bárcenas: “Las decisiones más necesarias son muchas veces las más difíciles de tomar”. Y entonces adoptó la brillante decisión de enviar un mensaje telefónico al tesorero y sin embargo amigo, y sin embargo empleado cesado con un finiquito simulado en diferido: “Luis, sé fuerte. Aguanta”. Aunque la “filosofía” de Rajoy sobre las decisiones suele ser otra: “A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, y eso es también una decisión”. Es decir, su forma habitual de gobernar es no decidir y obedecer a la Troika.
En el mitin, Rajoy instó a los suyos a confiar en el PP como un partido de "ideas profundas y de convicciones firmes", frente a los que se dedican a "frivolizar" e "intervenir en tertulias", y a rechazar cualquier cambio de gobierno para volver atrás, a las recetas de los socialistas, “que nos dejaron lo que nos dejaron”, con lo cual quedó claro a los asistentes, lo que los socialistas dejaron, que, era, en realidad, el modelo de crecimiento de Aznar asumido por el tontaina de Zapatero. 
Recordó que el "gran objetivo nacional" es la creación de empleo, por si no lo habían advertido, y recomendó no distraerse “con comentarios, cotilleos y cosas que no importan". O sea, que no hicieran caso de la corrupción (de Matas, de Camps, de Costa, de Castedo, de Granados, de Blesa, de Gowex, de Cofely, de Rato, de Pujalte, de Trillo, de Conde, de los parques eólicos, de Rus, del despacho de Montoro, de las empresas de Lamela, de Madrid Network y de los casos que se puedan conocer hasta el día 24 y aún más allá). O sea, que después de un mitin tan racional les pidió un acto de fe. 

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