lunes, 25 de mayo de 2015

Derrota de Aguirre

Good morning, Spain, que es different:
En Madrid el resultado de las elecciones locales ha tenido un marcado carácter plebeyo, porque así lo quiso la reina de la fiesta, la sexagenaria "starlet" que optaba a hacerse con la alcaldía de la Corte y Villa, que por la acción expoliadora complementada con la desidia de los de su cuerda, merece el título de Cutre y Villa, cada día más villa, por la paletez que atesora y por la villanía de sus regidores.
Por su conveniencia, para separarse de Cifuentes y colocarse frente a Rajoy, al que aspiraba (y no sabemos si sigue aspirando) a suceder en la dirección del PP), y por su real gana, la condesa de (so)Bornos ha planteado la campaña electoral en torno a sí misma: a su chulería, a su majeza, a su verborrea, constituyéndose en el buque insignia de la flota "pepera" en Madrid o, en términos anglosajones que tanto le gustan, quería ser el Lord del Almirantazgo popular, ante a un minúsculo Rajoy degradado poco menos que a grumetillo. Aguirre se consideraba la Armada Invencible del PP. Era la campaña de una Grande de España (Una, Grande y Mercado Libre) para convencer a sus vasallos de la conveniencia de seguir siendo vasallos contando con su voto. Craso error, porque planteada en términos tan despóticos y personalistas, los escuetos resultados obtenidos le corresponden a ella incluso más que al PP, queda en peor situación que su colega y sin embargo competidora, Cristina Cifuentes en la Comunidad, y desbaratan su estrategia de sustituir a Rajoy con el respaldo de un éxito electoral arrollador e inobjetable.
Pero una buena porción de ciudadanos llanos de Madrid se ha cansado de sus chulerías y desplantes, de que haya convertido la región en una oportunidad de negocio para a sus amigos y familiares, de que haya vivido rodeada de corruptos y del estilo rastrero y autoritario de la campaña electoral. La rebelión de los plebeyos a colocado a la Grande de España en la oposición; allí hablará cuando le concedan la palabra y, a lo mejor, en su partido, una vez rebajados los humos, hasta le hacen que trabaje un poco para ganarse el sueldo. ¿Soportará durante mucho tiempo esta "afrenta"? ¿Alguien ve a Aguirre cuatro años en la oposición esperando a una nueva oportunidad de llegar a la alcaldía en 2019?

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