sábado, 14 de julio de 2018

New York, New York (3).Midtwon


3. Midtown. Cerca del cielo.
El cogollo de Manhattan puede situarse en Midtown, que comprende, más o menos, desde el borde sur de Central Park (calle 59) hasta la calle 31, donde se levanta el Madison Square, famoso por las películas de boxeo (“Más fuerte será la caída”, “Marcado por el odio”, “Rocky”, “Toro salvaje”, “Alí”).
Es una extensa zona para pasear, ver tiendas (bastante caras), grandes almacenes y edificios, mirando hacia arriba con la boca abierta, pues allí están levantados algunos de los más emblemáticos rascacielos: el Rockefeller, la torre Trump, el Chrysler, el Lipstick, el Empire State, el Seagram, el General Electric, el ancho edificio que fue de la Pan American, entre otros muchos, antiguos y modernos, además de la Public Library, en la 5ª Avenida con la calle 42, junto a Bryant Park; la catedral de San Patricio (el desfile del día de San Patricio suele salir en películas de policías), el Museo de Arte Moderno (MoMA) o la monumental estación Grand Central, en Park Avenue, que conocemos por el cine pero que hay que ver por dentro. Estando allí, por la calle 42 hacia el Este, se llega a la sede de la ONU, a orillas del East River.
Por la misma calle, pero en sentido opuesto se llega a Broadway, el barrio de los teatros, y a Times Square, donde estuvo el famoso rotativo The New York Times, en el cruce de la 7ª Avenida con Broadway; una de las esquinas más conocidas de Nueva York por sus enormes anuncios y luces de neón, pero concurrida y bulliciosa también de día.
Estando en Midtown se debe acudir a la llamada de las alturas. Hay que hacer de turista sin complejos y subir al Empire State, en la Quinta Avenida con la calle 34. Desde una azotea situada a 381 metros del suelo, la vista es impresionante. De estilo “art déco” e inaugurado en 1931, fue el edificio más alto de la ciudad hasta la construcción de las Torres Gemelas.
Allí arriba te sentirás como en el cielo y recordarás la agonía de King Kong, en esa versión cinematográfica del cuento de la bella y la bestia, y promesas de amor eterno, como las de Cary Grant y Deborah Kerr en “Tú y yo” y de Tom Hanks y Meg Ryan en “Algo para recordar”. 
Cuando vuelvas a situarte a nivel humano, es decir en la calle, merece la pena acercarse a Macy’s. Un edificio de 11 plantas, construido en 1902, que ocupa una manzana y tiene el sabor de los antiguos grandes almacenes. Allí se rodó “De ilusión también se vive”, una entretenida comedia navideña, que incluye el tradicional desfile de carrozas de Santa Claus.
No desmerecen las vistas desde la terraza del edificio Rockefeller-The top of the Rock (70 plantas y 260 metros de altura)-, que, para algunos gustos, superan las del Empire State, pues mirando hacia el sur, se ve a la izquierda el Chrysler, delante el Empire State y al fondo el Lower Manhattan. Mirando hacia el este, el Lipstick, el Chrysler, la ONU y el East River con la isla de Roosevelt y, al otro lado, Queens. Y mirando hacia el norte, se ve la parte alta de Midtown, detrás Central Park, flanqueado por el Upper East Side y el Upper West Side y, al fondo, en la lejanía, Harlem y el Bronx.    
El “Top”, ubicado en un conjunto de edificios de negocios del mismo nombre -familia de millonarios petroleros (Standard Oil)-, tiene delante una escultura dorada de Prometeo y la famosa plaza donde se colocan, durante las fiestas navideñas, el árbol y la pista de patinaje sobre hielo, que salen en tantas películas.

Es inútil buscar los escenarios de West Side Story (“Amor sin barreras”). La historia de Romeo y Julieta entre pandillas de emigrantes latinos e irlandeses, los Jets y los Sharks, que bailan al compás de la música de Leonard Berstein. Una parte eran decorados, otra un barrio en demolición, en el lado Oeste de Midtown, entre la Octava Avenida y el Hudson.


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