viernes, 16 de febrero de 2018

Seguimos “en funciones”


Good morning, Spain, que es different

Como una barca varada en la arena, nos hemos parado. Hemos encallado; políticamente no nos movemos. 
Ni en Barcelona ni en Madrid, los dos centros de poder donde se concentra y se resuelve hoy la vida nacional, sucede algo digno de mentarse; repetición, porfía, empecinamiento: nada. Palabras, intentos, dejar hacer, dejar pasar, pero la Generalitat sigue sin presidente, por el empeño de la guardia pretoriana de Puigdemont de investirlo President “in absentia” pero en plasma, y la guardia pretoriana de Rajoy empeñada en no pasar ni una en el Congreso. Trece leyes aprobadas en 2017 y 45 vetos a las propuestas de la oposición. Sin iniciativas legislativas se quitan a los opositores oportunidades de hacer su labor. Estupendo.
Rajoy, tranquilo, muy en lo suyo, ni gobierna ni deja gobernar y deja pasar el tiempo, pero el vicio del perro del hortelano, que ni come ni deja comer, se ha enseñoreado también de la Generalitat. ¿Quién iba a pensar que Rajoy y Puigdemont se pudieran comportar como almas gemelas? Ni el Gobierno central ni el autonómico tienen aprobados los presupuestos para este año, que es lo mínimo que se puede pedir para funcionar como gobiernos. Pues, vale.
Tras la breve legislatura de 2016, Rajoy, en 2018, sigue actuando como si fuera el Presidente del gobierno en funciones de 2015. Y ahí estamos, varados.
Les dejo un párrafo de “España invertebrada” y saque cada cual sus conclusiones: “Castilla se transforma en lo más opuesto a sí misma: se vuelve suspicaz, angosta, sórdida, agria. Ya no se ocupa de potenciar la vida de las otras regiones; celosa de ellas, las abandona a sí mismas y empieza a no enterarse de lo que en ellas pasa.
Si Cataluña y Vasconia hubiesen sido las razas formidables que ahora se imaginan ser, habrían dado un terrible tirón de Castilla cuando ésta comenzó a hacerse particularista, es decir, a no contar debidamente con ellas. La sacudida de la periferia hubiera acaso despertado las antiguas virtudes del centro y no habrían, por ventura, caído en la perdurable modorra de idiotez y egoísmo que ha sido durante tres siglos nuestra historia”. Pues eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario