Good morning, Spain, que es different
Tampoco es la cultura una prioridad para Rajoy, como nunca lo ha sido para la derecha española, carente de sensibilidad artística y partidaria de ofrecer a la gente pan y circo, y ahora, poco pan y mucho circo.
Heridas de muerte por la consentida piratería y por el IVA más alto de la eurozona (21% frente al 10% en Italia, 7% en Alemania y 5 % en Francia) no se contemplan la cultura y la producción de bienes y servicios artísticos y culturales como factores primordiales en la formación integral de los seres humanos y en la convivencia, ni como derechos de la ciudadanía, pero tampoco como factores de crecimiento económico con un mercado propio, (3,5% del PIB) hoy en declive pero con un grandes posibilidades de crecer.
Según la Fundación Alternativas, el consumo de bienes culturales ha caído el 27% en seis años, la recaudación por la venta de discos ha caído el 56%, la de videojuegos el 47%, la de libros el 40%, la de artes escénicas el 24% y la de cine el 20%. Como consecuencia, en seis años han cerrado 4.000 empresas en este sector. Y cada día cierran dos librerías.
Con una educación pública en franco deterioro -el sistema universitario no es sostenible, según la secretaria de Estado de Educación-, Rajoy apuesta por extender la ignorancia y, además, impelido por la Conferencia Episcopal, por fomentar la superstición y el pensamiento mágico al convertir el dogma católico en una asignatura evaluable en los planes de estudio de primera y segunda enseñanza, en paridad con materias de contenido científico, artístico o cultural.
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