Izquierda nacionalista

La izquierda creyó, como Franco hizo creer, que España era el régimen franquista, y cedió a la derecha el país en su conjunto para refugiarse en la periferia, que parecía menos contaminada o más auténtica. Y hay una razón práctica; desaparecido Franco, le había llegado a la izquierda la hora de gobernar, pero no pudo hacerlo en la manera que hubiera deseado, pues no hubo ruptura, sino reforma, y dado el sistema electoral surgido de la Transición, era más fácil obtener representación política en las cámaras autonómicas que en el Congreso, lo cual implicaba colocarse en el terreno de los nacionalismos y regionalismos. La estrategia era suicida, porque renunciaba a conquistar el Estado y apostaba por desintegrarlo o ayudar a los nacionalistas a hacerlo.