lunes, 11 de julio de 2022

Inaudito ataque al Mercado

La noticia reciente de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha multado a seis grandes empresas constructoras por pactar contratos durante 25 años, me ha llenado de asombro.

Es un hecho insólito, inexplicable, extraordinario, que ha merecido sólo una multa de 204 millones de euros en conjunto, cuando, por la gravedad de los hechos, los culpables deberían haber sido llevados a los tribunales, acusados de apostasía y de traición a la primera de nuestras instituciones. Lo cual, en estas horas de zozobra, me ha llevado a redactar el siguiente llamamiento: 

¡¡Atención, neoliberales!! ¡¡Uníos en defensa del Mercado!!

Un oligopolio de ladrilleros, al concertar contratos y precios para burlar las sagradas leyes de la competencia, ha osado atacar la institución fundamental de nuestro mundo, el pilar que soporta nuestra civilización, sin el cual dejaremos de ser lo que somos y perderemos nuestra identidad, nuestra cultura y nuestro futuro.

¿Qué cosa seremos sin el omnipotente Mercado? Nada, un desvalido rebaño de seres sin rumbo. ¿Qué seremos sin las leyes de la oferta y la demanda? Nada; una primitiva sociedad de autoconsumo. ¿Qué seremos sin la libre concurrencia de personas, productos y capitales en el Mercado? Nada, un fracasado sistema soviético. ¿Qué seremos sin la necesaria competencia? Nada, un desconcertado y anodino grupo de cooperantes. ¿Qué seremos sin el motor de nuestro sistema económico? Nada; un desierto de oportunidades. ¿Y qué seremos sin las crisis periódicas con las que el Mercado autorregulado se corrige y se sanea? Nada; sólo una sociedad sin emociones.

El Mercado premia el mérito y reparte adecuadamente la riqueza, es la salud del sistema y regula el mundo mejor que la política, que está sometida a las peores pasiones. Ahora el Mercado reclama el apoyo de todos en un momento en que es atacado desde dentro.

Inversores, accionistas, emprendedores de todo género y condición, no os preguntéis qué puede hacer el Mercado por vosotros, sino qué podéis hacer vosotros por el Mercado. ¡Jóvenes, maduros y ancianos; seres binarios y todos los demás; obreros y empresarios, aprendices y becarios, activos y parados; pensionistas y rentistas; todos y todes a porfía en defensa del Mercado! Ha llegado la hora suprema, el Mercado nos llama, defendamos nuestra principal institución.

¡Viva el Mercado! ¡Abajo los idólatras y los apóstatas!

 J.M. Roca 10.7.2022

https://elobrero.es/opinion/91098-inaudito-ataque-al-mercado.html

 


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