martes, 27 de febrero de 2024

Mascletá

 Madrid es una ciudad bulliciosa, con mucho ruido ambiental y mediático generado como estrategia de desinformación del partido que dirige el Ayuntamiento y la Comunidad. Podría decirse que hay un exceso de propaganda, pero para que fuera cierto, tendría que haber política y no la hay; ninguno de los dos máximos ocupantes de las instituciones da para más; no producen política, no elaboran política, no generan un discurso político, producen simplemente ruido.

Durante la II Guerra mundial, como en todas las guerras, se acentuó el uso de la propaganda y la contrapropaganda, de la información y la contrainformación, y una de las tácticas fue producir ruido real, en emisoras que generan un sonido como de chicharra que ocupara las ondas; no emitían mensajes, ni informaban, simplemente estorbaba en el espectro radioeléctrico y dificultaba las comunicaciones del enemigo, porque la señal perdía potencia o dejaba de oírse. Creo que lo llamaban “fading”. Ahora se podría llamar “fake news” y se emite desde “granjas de boots”.

Pero al botarate que preside el concejo le gusta el ruido real, el estrépito y ha decidido gastarse un dineral en pasar del ruido metafórico a una traca verdadera montando una mascletá fallera para homenajear a una correligionaria de Valencia. No es un fuego fatuo, sino el fuego de un fatuo pagado con dinero público.

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